STEF ha designado a Fabrice Carré como el nuevo director general de STEF Iberia desde este mes de enero. Mediante promoción interna, asume la dirección de España, donde la compañía cuenta con más de 2.400 colaboradores.
Carré se incorporó al grupo en 1992 en el marco del Graduate Program. Ha desarrollado toda su carrera en Francia, ocupando diversos puestos operativos y comerciales, entre ellos el de director de delegación en Landivisiau, director comercial de la región de Bretaña y director de la región suroeste. En 2019, fue nombrado director general de STEF Portugal.
Tiene 54 años y formación universitaria en la que destaca un MBA EM Lyon, máster en rendimiento financiero, gestión y estrategia en Sciences Po Bordeaux, máster en Negocios Internacionales en la Universidad de Calais y ESC (Brest Business School).
Fabrice Carré, director general de STEF Iberia, declara: “Estoy encantado de asumir la dirección de STEF Iberia. Mis objetivos son desarrollar un crecimiento sostenible, así como la responsabilidad social y medioambiental, poniendo el foco en todos nuestros grupos de interés. Atraer, retener y desarrollar el talento será una de las claves del éxito. El fortalecimiento de nuestra estructura inmobiliaria también será decisivo para apoyar el crecimiento de nuestros clientes. Por último, la innovación y la digitalización serán factores diferenciadores fundamentales. Para llevar a cabo estos ambiciosos proyectos, puedo confiar en nuestros apasionados y experimentados equipos”
Entre las principales causas que motivan el auge se encuentran la necesaria transformación hacia la sostenibilidad del packaging, la automatización y digitalización de la industria, la recuperación económica pospandémica de los diferentes sectores productivos, y el imparable crecimiento del comercio electrónico que lleva asociado nuevas necesidades de packaging y logística.
Aprovechando los datos de su propia flota, los clientes pueden evaluar si están preparados para la electrificación, calcular el coste total de propiedad (TCO) de la electrificación, el coste operativo y el ahorro de CO2.
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