En la actualidad, el documento electrónico de transporte se ve afectado por múltiples iniciativas regulatorias, lo que dificulta contar con un mapa normativo y de implantación claro.
La evolución tecnológica y la implementación de herramientas como la automatización y la robótica móvil requieren, no solo de la infraestructura adecuada, sino también de profesionales capacitados que puedan aprovechar al máximo estas tecnologías y optimizar los procesos logísticos.
La implementación efectiva de la IA requiere una base sólida de datos digitales, conectividad y sistemas integrados, elementos que muchas empresas aún están desarrollando.
Ya nadie duda de que esta nueva tecnología en boca de todos ayudará a tomar decisiones informadas y seguras sobre los retos a los que se enfrenta la cadena de suministro a diario.
Ante tal aluvión de información en torno a la digitalización, es comprensible sentirse abrumado, pero también es importante comenzar a procesar su impacto y beneficios.
A pesar de la creciente atención hacia los drones de reparto, es fundamental reconocer que no sustituirán a la logística de última milla actual, al menos totalmente, ya que ha experimentado avances y mejoras en sostenibilidad.
La transición hacia la Logística 4.0 nos enfrenta a la dualidad de desafío y oportunidad. Adoptar la innovación no solo es adaptarse a nuevas tecnologías sino también impulsar un cambio sostenible y eficiente en nuestras cadenas de suministro.
La dependencia excesiva de otros países y de rutas específicas, así como la concentración de la actividad en ciertas zonas geográficas, expone a las empresas a un riesgo y vulnerabilidad innecesarios.
Aproximadamente un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero procede de los sistemas alimentarios y el transporte de alimentos supone más de un cuarto de ellas.
Vivimos momentos convulsos que demuestran que nuestros sectores están estrechamente ligados y que saldremos adelante si trabajamos juntos. Los incrementos de costes están a la orden del día y reducen significativamente los márgenes de ambos sectores.
España necesita más naves logísticas de frío. La demanda de productos perecederos y farmacéuticos impulsa el mercado. La tasa de crecimiento anual compuesto (CGAR) para la logística y transporte a temperatura controlada se estima en más de un 10% anual para el periodo 2023–2028.