El consejo de la APG (Autoridad Portuaria de Gijón) aprobó el pasado 12 de abril el cierre de las cuentas de 2018, que registran un beneficio neto de 7.069.361 euros, cifra que puede verse incrementada en 1.976.025 euros de prosperar la reclamación presentada por el incumplimiento de transportes mínimos por Enagás. Este resultado supondría una disminución del 45% respecto a 2017 en el primer caso y menos del 30% en el segundo.
“El volumen de toneladas movido en El Musel, durante el primer trimestre, es similar al del ejercicio pasado, pues registra una bajada inferior al 1%, en concreto, del 0,83. Destaca, como en períodos anteriores, el fuerte crecimiento de contenedores, más del 20% en tonelaje, así como de los productos siderúrgicos y mineral de hierro. Por contra, tanto el carbón térmico como el siderúrgico disminuyeron un 13% y un 39%. De esta forma, en conjunto, el Puerto de Gijón movió, en los tres primeros meses del año, 4.650.599 toneladas”, destaca la APG.
La distribución urbana se enfrenta a retos crecientes en eficiencia, costes y normativas. Desde la falta de infraestructura hasta la logística inversa, pasando por la electrificación o la presión regulatoria, expertos del sector comparten las claves para mejorar el modelo y avanzar hacia una última milla más alineada con las exigencias medioambientales y del consumidor.
La distribución capilar se enfrenta a retos crecientes, desde la escasez de transportistas hasta las complejidades del reparto urbano. Pascual trabaja activamente en atraer nuevo talento al sector, impulsar soluciones de última milla más sostenibles y promover modelos colaborativos y normativas más homogéneas que hagan más eficiente y responsable la logística en entornos urbanos.
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