En un momento de profunda transformación urbana y exigencias medioambientales crecientes, las empresas de reparto en la última milla están rediseñando sus flotas para cumplir con las normativas de emisiones y acceso a las ciudades. Vehículos eléctricos, soluciones de micro movilidad y estrategias de eficiencia conviven con una realidad compleja: cada municipio establece sus propias reglas. Esta disparidad regulatoria no solo dificulta la operativa diaria, sino que ralentiza las inversiones en innovación y sostenibilidad. Ante este panorama, consultamos a algunos de los principales fabricantes de vehículos de reparto para conocer cómo están adaptando su oferta al nuevo marco urbano y si consideran viable —y urgente— una estrategia común que permita avanzar con coherencia hacia un modelo de reparto más limpio, eficiente y previsible.
“En ADER estamos adaptando nuestra flota combinando tres estrategias: adquisición progresiva de vehículos eléctricos, apuesta por combustibles alternativos y optimización de rutas para minimizar el impacto ambiental. Nos hemos anticipado a las regulaciones, pero seguimos detectando grandes diferencias entre ciudades. Cada una impone matices normativos que complican la operativa diaria para empresas que trabajamos en varios territorios. Creemos que es urgente una estrategia común a nivel nacional o, al menos, una mayor coordinación entre ayuntamientos. La innovación necesita un marco previsible y homogéneo para avanzar con garantías. La falta de armonización no solo genera inseguridad, sino que ralentiza inversiones que podrían acelerar la transición hacia una distribución urbana verdaderamente sostenible”, comenta Joan Luis Rubio, director senior de marketing y sostenibilidad ADER.
La falta de una normativa homogénea y estable es apuntada por Daniel Latorre, director general de CITYlogin Ibérica: “El principal obstáculo que encontramos es que no existe una normativa homogénea y estable de acceso a los núcleos urbanos. Por ejemplo, para acceder a Madrid central la normativa hace unos años era distinta a la de ahora, y posiblemente dentro de otros dos o tres años vuelva a cambiar. Además, las restricciones de acceso por Zonas de Bajas Emisiones tampoco son las mismas en todos los municipios. Todo esto propicia un ambiente poco estable para las empresas que trabajamos en la distribución urbana. Esa inestabilidad normativa es un gran obstáculo a la hora de apostar por vehículos sostenibles (híbridos o eléctricos), no solo por su coste comparado a los diésel tradicionales, ya que debemos tener en cuenta el plazo de amortización de un vehículo industrial, sino que en muchos casos debemos adaptar la operativa al vehículo por no ser tan flexible en cuanto a la autonomía o la capacidad de carga en comparación con las alternativas a combustión. La figura del autónomo es muy importante en el sector del transporte. No pueden arriesgarse a invertir en un tipo de vehículo que ahora es sostenible, y supone por tanto una ventaja competitiva, pero que la normativa no lo contemple como tal dentro de un par de años, por ejemplo. Necesitamos disponer de seguridad jurídica para hacer frente al cambio que se requiere”.
En el caso de José Luís Vázquez, director de Inteligencia de Negocio Inquieto, indica que se necesitan reglas del juego estables: “En Inquieto comprendemos que la movilidad urbana está experimentando una transformación profunda, impulsada por las nuevas normativas medioambientales, las restricciones a la circulación y la urgencia de reducir las emisiones. Por este motivo, no estamos simplemente adaptando nuestros vehículos a las nuevas exigencias: nacimos ya alineados con este nuevo paradigma. Nuestros vehículos —eléctricos, ligeros y adaptables— están diseñados desde el principio para operar en entornos urbanos complejos, respetando las zonas de bajas emisiones, pero también contribuyendo activamente a una nueva forma de vivir la ciudad. Proponemos soluciones que reducen el impacto ambiental, optimizan el espacio público y mejoran la experiencia logística para operadores y ciudadanos. Ahora bien, el marco regulatorio actual, además de que no aplica, al menos en la práctica, legislación respecto a las emisiones en muchos municipios que, según normativa europea, deberían de aplicarla, los que si que la tienen presentan una gran fragmentación entre ellos. Cada ciudad aplica sus criterios, sus tiempos y sus exigencias, lo que complica la implantación eficiente de flotas sostenibles y desincentiva la inversión en innovación. Desde nuestra perspectiva, es fundamental avanzar hacia una estrategia común, con una hoja de ruta clara, coordinada y flexible que permita impulsar el desarrollo tecnológico sin generar incertidumbre normativa. La innovación necesita reglas del juego estables, colaborativas y alineadas con los objetivos climáticos europeos. Solo así podremos escalar soluciones con impacto real”.
Vuelve a salir a colación el problema de la fragmentación normativa entre diferentes ciudades, e Ignacio Estellés, CEO Mooevo, opina al respecto: “Como empresa comprometida con la movilidad sostenible, en Mooevo estamos adaptando nuestros vehículos a las nuevas regulaciones urbanas mediante soluciones de micro movilidad eléctrica que cumplen con las normativas de emisiones y accesibilidad. Nuestros vehículos están diseñados para operar eficientemente en zonas de bajas emisiones y áreas peatonales, facilitando el reparto urbano sin generar contaminación. Observamos que existe una fragmentación normativa entre diferentes ciudades, lo que puede dificultar la implementación de soluciones innovadoras a nivel nacional. Por ello, consideramos necesaria una estrategia común que armonice las regulaciones y fomente la innovación en movilidad sostenible, permitiendo una transición más fluida hacia ciudades más limpias y eficientes”.
Daniel Latorre (CITYlogin Ibérica): “Debemos ver el vehículo no como un elemento aislado sino como parte de un ecosistema, donde la sensorización, la automatización de procesos o la inteligencia artificial juegan un papel fundamental. Algunas de las tecnologías que aplicamos a nuestra flota de vehículos para hacerlas más eficientes son Pulpo Matic, Geotab o Cartrack. Hoy en día es crucial contar con una herramienta de gestión de flota con la que manejar en tiempo real la información de todos nuestros vehículos: matrícula, próximas ITVs, consumo de combustible etc. Además, nos permite asignar cada uno de nuestros vehículos a conductores determinados para conocer en todo momento quién lleva cada vehículo. Por otro lado, los softwares de seguimiento GPS de toda nuestra flota nos permiten obtener información sobre las paradas que se realizan con cada furgoneta o triciclo, los kilómetros que ha recorrido, los tiempos de conducción... Todo ello permite hacer más eficiente la gestión de nuestras rutas. En CITYlogin hemos demostrado que la integración intermodal de la última milla es posible y puede llevarse a cabo no solo entre empresas privadas sino también con la colaboración de la administración pública. Ejemplo de ello es el proyecto piloto que desarrollamos a finales del año pasado con Metro de Madrid, nuestro microhub de Zaragoza o proyectos pioneros en la aplicación de Gemelos digitales en la última milla como el proyecto europeo LEAD. Son muchas las formas de llevar a cabo la distribución urbana de mercancías, pero hay que apostar por ella y hacer más flexible la normativa frente a estas innovaciones que nos permitan ser punta de lanza en el desarrollo de proyectos innovadores alcanzando así el cambio de modelo que se requiere”.
Ignacio Estellés (Mooevo): “En Mooevo, incorporamos tecnologías disruptivas como sistemas de asistencia eléctrica y diseños modulares en nuestros vehículos ecoeficientes. Estas innovaciones facilitan la integración intermodal en la última milla, permitiendo una transición eficiente entre diferentes modos de transporte y optimizando las rutas de entrega. Por poner un ejemplo, uno de los sistemas más novedosos, que contribuye a la seguridad tanto de operario como de los peatones es el sistema de auto frenado, que se acciona cuando el operario deja de tener contacto con el manillar, bloqueando las ruedas por completo evitando así que el carro se desplace de forma indeseada”.
José Luís Vázquez (Inquieto): “Para nosotros, la verdadera innovación no es solo tecnológica, sino de enfoque: diseñar soluciones logísticas urbanas que sean eficientes, modulares y en continua evolución respecto al contexto en el que operan. En cuanto a tecnología concreta, trabajamos con vehículos eléctricos ultraligeros equipados con sistemas IoT que permiten un control y monitoreo remoto de cada unidad. Esto incluye variables como nivel de batería, uso en tiempo real, diagnóstico técnico, posicionamiento GPS y análisis de patrones de uso para mejorar la planificación logística. Toda esta información se centraliza en nuestra plataforma digital, que ayuda a nuestros clientes a optimizar rutas, prever incidencias y reducir el tiempo de reparto. En última milla, cada metro y cada segundo cuentan. Por eso, creemos que la clave está en vehículos conectados, compactos y escalables, que puedan convivir con la ciudad y adaptarse a su ritmo, sin invadirla”.
Joan Luis Rubio (ADER): “La tecnología que más valoramos es la conectividad de nuestros vehículos y sistemas de gestión de flotas. Gracias a la monitorización en tiempo real, podemos planificar rutas más eficientes, adaptarnos a cambios imprevistos y optimizar los tiempos de entrega en entornos urbanos cada vez más complejos. También estamos trabajando para integrar nuestras operaciones con puntos de distribución urbanos que permitan la intermodalidad en los tramos finales de reparto. Visualizamos un ecosistema donde diferentes modos de transporte –como furgonetas eléctricas, triciclos de carga o lockers inteligentes– se combinan para realizar una entrega más ágil y respetuosa con el entorno urbano. La clave está en aprovechar la tecnología para hacer más eficiente la coordinación entre todos estos medios”.
Las bicicletas de carga, conocidas como cargo bikes, adquirieron especial protagonismo durante la pandemia y los años posteriores consiguiendo un papel cada vez más relevante en la logística urbana de mercancías en España, especialmente en lo que se refiere a la distribución de última milla. Su capacidad para acceder a áreas restringidas como zonas de bajas emisiones o calles peatonales, unida a su bajo impacto ambiental, las convierte en una solución logística eficiente, limpia y especialmente útil en entornos urbanos densos. De hecho, aunque el mercado general de bicicletas registró una caída del 12,8 % en 2024, las ventas de bicicletas de carga crecieron un 15 % ese mismo año, según datos de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE). Este crecimiento, sin embargo, contrasta con algunos desafíos que enfrenta el sector, como los costes de adquisición y mantenimiento, las limitaciones logísticas asociadas y la necesidad de adaptar operaciones a este tipo de vehículos. A pesar del crecimiento, son muy pocas las unidades vendidas para la logística de última milla, y el mercado está dando señales de una gran ralentización.
Desde el punto de vista institucional, el Gobierno de España anunció en septiembre de 2024 una inversión de 40 millones de euros para fomentar el uso de la bicicleta, de los cuales 20 millones se destinarían directamente a subvencionar la compra de bicicletas eléctricas, incluyendo las de carga, tanto para particulares como para empresas. El anuncio lo realizó el presidente Pedro Sánchez, pero, hasta la fecha, esas ayudas no se han implementado de forma efectiva. Esta demora ha generado cierta frustración en el sector, que reclama más claridad y agilidad en la ejecución de las medidas prometidas. Organizaciones como AMBE y ConBici han pedido además una reducción del IVA de las bicicletas (actualmente al 21 %) y mayor compromiso político para fomentar la movilidad ciclista.
A pesar de esta falta de desarrollo a nivel estatal, algunas comunidades autónomas sí han puesto en marcha iniciativas propias. Un ejemplo destacado es La Rioja, que ofrece subvenciones de hasta el 50 % del coste de las bicicletas de carga eléctricas, con un máximo de 4.000 euros por unidad, en una clara apuesta por esta modalidad de transporte como vía para modernizar el reparto urbano y reducir emisiones.
Las ventajas de las cargo bikes son claras. Permiten operar de forma eficiente en áreas donde el acceso con vehículos motorizados está restringido, contribuyen a la reducción de emisiones de CO₂ y contaminación acústica, y presentan menores costes operativos frente a los vehículos de combustión, tanto en consumo como en mantenimiento. Sin embargo, su expansión está todavía condicionada por varios factores. Se requiere una infraestructura urbana adecuada, que incluya carriles bici seguros y zonas habilitadas para la carga y descarga; apoyo institucional constante y tangible en forma de ayudas, incentivos fiscales o subvenciones a la inversión; y una labor de concienciación que permita que tanto operadores logísticos como ciudadanos valoren su uso realista y sus beneficios a medio plazo.
En resumen, las bicicletas de carga tienen el potencial de transformar la movilidad logística en los entornos urbanos españoles, pero esa transformación solo será posible si viene acompañada de una estrategia pública decidida, infraestructuras coherentes con este modelo de reparto y una visión compartida entre instituciones, empresas y sociedad civil.
Informe completo en el nº302 de Logística Profesional (pág 34-42)
La distribución urbana se enfrenta a retos crecientes en eficiencia, costes y normativas. Desde la falta de infraestructura hasta la logística inversa, pasando por la electrificación o la presión regulatoria, expertos del sector comparten las claves para mejorar el modelo y avanzar hacia una última milla más alineada con las exigencias medioambientales y del consumidor.
La distribución capilar se enfrenta a retos crecientes, desde la escasez de transportistas hasta las complejidades del reparto urbano. Pascual trabaja activamente en atraer nuevo talento al sector, impulsar soluciones de última milla más sostenibles y promover modelos colaborativos y normativas más homogéneas que hagan más eficiente y responsable la logística en entornos urbanos.
Comentarios