La economía global crecerá un 1,5% en 2025 lo que representa una revisión a la baja de cuatro décimas respecto al análisis anterior de diciembre, según las últimas previsiones de Crédito y Caución. El deterioro del entorno geopolítico, marcado por nuevas tensiones comerciales, está ralentizando la recuperación económica a nivel mundial. Estados Unidos y Europa, dos de los principales motores del crecimiento global, verán recortadas sus previsiones debido al impacto de los aranceles, la inflación y la pérdida de confianza.
El anuncio de la imposición de aranceles por parte de la nueva Administración estadounidense y la respuesta por parte de los países afectados, como la Unión Europea o México, dibuja un escenario económico convulso con grandes retos a los que tendrán que enfrentarse las principales economías, como son el aumento de los costes y la caída de la demanda, entre otros.
La propia economía de Estados Unidos se enfrenta a grandes retos, además de la guerra comercial. Los despidos masivos en el Gobierno federal y su nueva política migratoria afectarán de manera directa a la capacidad de su mercado laboral, lo que acabará teniendo consecuencias en los precios, especialmente en el sector servicios. Otro riesgo es la caída de la confianza de los consumidores que se muestran preocupados ante un posible aumento de la inflación ya que la Reserva Federal mantenga los intereses altos durante más tiempo. Estos factores harán que el consumo privado comience a disminuir de forma más significativa a partir del cuarto trimestre de 2025. Todo ello provocará un estancamiento de la inversión, que es la principal causa de la revisión a la baja del crecimiento económico de Estados Unidos.
En esta línea, sus aliados comerciales se verán más afectados por la volatilidad arancelaria, como es el caso de Canadá, que podría entrar en recesión, y México, con un recorte de 1,3 puntos en su previsión de crecimiento para este año.
El estudio de la aseguradora también analiza el comportamiento de la economía europea frente a la amenaza arancelaria. Alemania (-0,6%), Francia (-0,6%) e Italia (-0,4%) se enfrentan a las revisiones de crecimiento más negativas. Alemania está expuesta al mercado estadounidense a través de su sector del automóvil y la producción de maquinaria. En Italia, por ejemplo, los productos alimenticios representan una industria con una dependencia sustancial de Estados Unidos.
En el lado opuesto, las economías de mercado emergentes presentarán un mejor comportamiento como es el caso de China, que sigue destacando frente a las demás regiones, con un crecimiento del 4,9% en 2025. Esto se debe en gran medida al estímulo fiscal y la relajación monetaria que fomentan la demanda frente a las medidas comerciales estadounidenses.
En líneas generales, se observa cómo el aumento de las restricciones y las tensiones comerciales lastrarán la incipiente recuperación del comercio mundial. El estudio sitúa el crecimiento del comercio internacional en un 2,5% en 2025, por debajo del 3,3% previsto en diciembre. La imposición de aranceles aumentará los costos del comercio, reducirá la demanda y frenará la inversión, lo que indirectamente socava el comercio.
En tiempos de incertidumbre, las empresas pueden vacilar a la hora de invertir debido a la potencial debilidad de la demanda o pueden retrasar el gasto de capital hasta que la incertidumbre disminuya. Además, una mayor incertidumbre puede dar lugar a mayores diferenciales de crédito, especialmente para los préstamos a largo plazo, ya que los acreedores buscan una compensación por el riesgo añadido. Nadie parece salir triunfador de la guerra comercial.
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