La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz ha gestionado 4,7 millones de toneladas de tráfico total general en 2024. Esta cifra supone un 17% menos que en el año anterior, aunque los volúmenes son superiores a 2023 en mercancía general, tráfico rodado, contenedores y avituallamiento.
Según la forma de presentación de la mercancía, la mercancía general ha concluido el año con 2,4 millones de toneladas, lo que representa un crecimiento del 12,65% frente a 2023, alcanzando además ya el 5% del volumen total del tráfico. Dentro de este grupo, destacan por volumen las frutas, hortalizas y legumbres, con 389.791 toneladas (un 4% más que en 2023) y otros productos alimenticios, con 318.080 toneladas y un crecimiento del 13%.
Los graneles sólidos, por su parte, han concluido el ejercicio con 1,65 millones de toneladas, lo que supone un 25% menos que el año anterior. La mitad de este grupo corresponde a cereales y sus harinas, que con 811.956 toneladas presentan un descenso del 31% frente a 2023.
Finalmente, los graneles líquidos, con una bajada del 57%, alcanzan las 532.684 toneladas a lo largo de 2024.
El avituallamiento, por otro lado, ha anotado un crecimiento del 3% a lo largo del pasado año, sumando 119.182 toneladas que, sumadas a la pesca fresca, que registra un descenso del 9% y contabiliza 11.064 toneladas, hacen un total general de tráfico portuario en el año de 4,7 millones de toneladas, un 17% menos que en 2023.
Respecto a la forma de transporte, el tráfico rodado (roro) ha subido un 12,68% frente a 2023, con 925.166 toneladas, mientras el tráfico de contenedores (lolo) ha alcanzado en 2024 los 189.039 teus (crece un 11,64%), 1.410.531 toneladas (sube un 8,84%) y 97.296 unidades (aumenta un 10,75%).
De cara a 2025, la entidad se marca como objetivo recuperar el movimiento de graneles sólidos y líquidos, para lo que es fundamental la puesta en servicio del acceso ferroviario a La Cabezuela-Puerto Real, y consolidar el resto de parámetros, para lo que seguirá trabajando en el desarrollo de las infraestructuras y servicios.
El aplazamiento de los aranceles entre EE. UU. y China ha generado un aumento del 5 % en la demanda de flete aéreo. Una tendencia que refleja cómo los responsables de cadena de suministro utilizan la agilidad del transporte aéreo como herramienta de resiliencia en tiempos de incertidumbre global.
Entre las medidas se encuentran la ampliación de horarios para las operaciones de reparto, un nuevo dimensionamiento, implantación y digitalización de zonas de carga y descarga, red de puntos de conveniencia y taquillas, la habilitación de carriles de uso mixto y la incorporación de vehículos eléctricos para acceder a áreas con limitaciones de tráfico, como el centro histórico.
Desde el inicio de la cooperación en el año 2020, el centro de distribución en Knowsley, cerca de Liverpool, se ha convertido en un ejemplo emblemático de soluciones logísticas escalables. En abril de 2025 se encargó la quinta fase de construcción con un volumen total de varios millones de euros.
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