Cuando hablamos de automatización, nos estamos refiriendo a un sistema destinado a mejorar la productividad de las empresas en tareas que, en muchas ocasiones, no requieren de una persona para realizarlas. Se podría decir que, la automatización es un gestor de la productividad mediante el uso de una tecnología. Este tipo de sistemas son bastante flexibles, por lo que el cliente tiene podrá hacer frente a sus problemas de forma exitosa.
“En sectores como la logística, este tipo de sistemas garantizan una mayor productividad y una disminución de los costes”, explican desde Alfaland.
Se suelen implantar en empresas que realizan tareas repetitivas o bien destinan una parte de personal, en tareas que reportan menos valor para la empresa. Lo que se busca es poder acelerar procesos de preparación de pedidos y material, mejorar las cadenas de producción, aprovechar de manera óptima el espacio de un almacén, así como su transporte interno.
Una de las grandes ventajas a tener en cuenta, es que aplicando esta ‘solución’, aumenta la seguridad de los empleados, y la capacidad de trabajo se ve incrementada en relación al tiempo laboral, ya que este tipo de sistemas pueden trabajar de manera ininterrumpida.
El objetivo principal para invertir en este tipo de producto debe ser mejorar tanto a nivel interno como externo.
“A nivel interno mejoras tanto en seguridad como en responsabilidad social corporativa, ya que no resultan dañinos para el medio ambiente. En lo que respecta a la parte externa, veras como tu producción incrementa y tus procesos mejorar de manera considerable”, aseguran.
Esto facilita la operación de flotas mixtas de AMR y reduce los costes de inversión en diferentes infraestructuras de carga. “Con la carga inductiva, estamos creando un suministro de energía con garantía de futuro para nuestros AMR. Nuestros clientes se benefician de una mayor eficiencia, mayor flexibilidad y una tecnología que se ha consolidado como un estándar en la industria”, concluye Wang.
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