Los proveedores automotrices de nivel 1 y 2 están aumentando la implantación de robots móviles autónomos (AMR) en sus instalaciones para dar respuesta a las nuevas demandas de la industria que está en proceso de transformación debido a la electrificación, la personalización y las mayores exigencias a nivel logístico.
Ante la previsión de que la producción automotriz global crezca un 15% hasta 2028, como señala Statista, la automatización del movimiento de materiales será un factor decisivo para mantener la competitividad.
La autonomía total de los AMR, que permite que reaccionen en tiempo real a los cambios en el entorno gracias a sus sensores, cámaras y algoritmos de navegación avanzada, supone una gran ventaja con respecto a los vehículos guiados automatizados (AGV) que requieren una infraestructura fija y rutas preestablecidas. Este dinamismo permite a los fabricantes responder a variaciones en la producción sin detener líneas ni modificar instalaciones.
Sheldon Zimmerman, director de ventas para el sector automotriz de OTTO, by Rockwell Automation, destaca: “Los AMRs ofrecen una respuesta ágil, segura y escalable en una industria donde los márgenes se ajustan y la presión no da tregua”. Además, añade que esta tecnología reduce la dependencia del trabajo manual, acelera el flujo de materiales y disminuye errores operativos, todo sin comprometer la seguridad.
La seguridad se ha convertido en uno de los motores clave para la adopción de estos dispositivos. Diseñados con sistemas de detección de obstáculos, estos robots evitan colisiones y maniobran de forma segura, incluso en espacios congestionados. De hecho, según datos del U.S. Bureau of Labor Statistics, en 2022 se registraron cifras relevantes sobre incidentes que requirieron días de ausencia laboral.
Estos datos ponen de relieve la importancia de adoptar tecnologías como los AMRs que pueden ayudar a reducir los riesgos asociados al manejo manual de materiales. A lo anterior se suma la capacidad de operar 24/7 sin interrupciones, lo que permite a los proveedores aumentar la productividad, garantizando que los materiales lleguen en el momento justo y al lugar preciso.
Jay Judkowitz, vicepresidente de Producto en OTTO, by Rockwell Automation, afirma: “Los AMRs no sólo optimizan los tiempos; también recogen datos valiosos que permiten identificar cuellos de botella y tomar decisiones informadas en tiempo real”.
Con más de 700 mil entregas mensuales en entornos críticos y siete millones de horas operativas acumuladas, la solución OTTO ha demostrado su fiabilidad en fábricas que no pueden permitirse fallas.
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