Bruselas ha hecho público un estudio que afirma que no es necesario modificar la velocidad máxima, fijada actualmente en los 90 kilómetros por hora para camiones, pero propone imponer limitadores de velocidad a los vehículos ligeros que hasta la fecha están dispensados, así como equipar todos los vehículos industriales con un dispositivo de adaptación de velocidad. El estudio pretende demostrar que el impacto sobre la seguridad vial por parte de los sistemas ISA es más importante que una simple limitación más severa de la velocidad autorizada, tal y como informa Guitrans en su boletín.
Se ha estudiado que equipar los vehículos pesados y ligeros con un dispositivo así (de tipo intermedio) lograría una reducción del 25% de los accidentes mortales en los que estarían implicados camiones y furgonetas, es decir, 150 vidas salvadas al año en la Unión Europea en el caso de camiones, y 600 vidas si se equipara a los vehículos ligeros. Por su parte, disminuir el límite de velocidad, respectivamente, a 80 y 90 kilómetros por hora, conllevaría una disminución de alrededor del 5% de los accidentes mortales con camiones.
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