Calsina Carré ha anunciado que duplicará su flota en Marruecos, de diez a veinte camiones, una operación en la que invertirá 1,8 millones de euros.
La multinacional catalana, presente en el país norteafricano desde 2002, prevé así que su filial marroquí se convierta en la tercera flota más importante del grupo, con ochenta unidades en 2017, solo por detrás de las 500 de España y las 200 de Rumanía.
Fuentes del operador resaltan que Marruecos supone el 7,2% del total de su facturación, que cerró el ejercicio 2014 con 106 millones de euros. «[Marruecos] es un país estable políticamente, cercano a nuestras fronteras, con grandes tasas de crecimiento industrial y que quiere atraer inversiones extranjeras», señala en este sentidola copropietaria del Grupo Calsina Carré, María Cristina Carré Calsina.
Esta inversión se enmarca dentro del plan de expansión internacional que ha emprendido la multinacional catalana y que incluye también Holanda, Alemania, Francia y Túnez.
Los años de perturbaciones posteriores a la pandemia de la Covid-19 y las tensiones geopolíticas han aumentado las vulnerabilidades de la logística global. Junto a la Crisis del Mar Rojo, un ambiente geopolítico fluido con otros eventos que involucran al Canal de Panamá y el Mar de China Meridional se ha sumado a las preocupaciones comerciales.
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