Transport Intelligence (Ti), la Organización Internacional de Transporte por Carretera (IRU) y Upply han presentado los datos de su ‘Índice europeo de tarifas del transporte por carretera’ del primer trimestre de 2025. Según el documento, el índice de tarifas contractuales ha descendido 2,3 puntos intertrimestrales, mientras que en el índice de tarifas spot ha bajado 3,8 puntos intertrimestrales. En términos interanuales, el índice spot subió 1,6 puntos y el índice de tarifas contractuales, 0,4 puntos.
La demanda de los consumidores se mantiene moderada, los costes han ralentizado su crecimiento y la guerra comercial mundial ha afectado a la confianza del sector, generando incertidumbre y reduciendo la demanda internacional de fabricantes europeos. Como resultado, la menor presión de la demanda a nivel global provoca caídas de tarifas en ambos mercados.
En Europa, el gasto de los consumidores se ha mantenido estancado, con un aumento intertrimestral de tan solo el 0,6%, según Eurostat. El 61% de los hogares mantiene niveles de ingresos, ahorro y gasto similares al trimestre anterior, según una encuesta de consumidores de McKinsey. Un 74% de consumidores declara estar optando por una opción más económica, principalmente comprando menos o eligiendo minoristas más económicos. La ropa fue la categoría principal en la que los consumidores estaban dispuestos a gastar.
A principios de 2025, los patrones de gasto siguieron las tendencias estacionales habituales, desacelerándose tras alcanzar su pico en el cuarto trimestre, lo que presiona a la baja las tarifas de transporte, especialmente las tarifas spot.
Los cambios geopolíticos y la inestabilidad económica mundial han renovado el enfoque en el fortalecimiento de las economías locales y regionales. Esto ha dado lugar a iniciativas como ‘Compra Europea’, que fomentan el apoyo a productos, empresas y alternativas europeas a las opciones no europeas. Como resultado, existe la posibilidad de una mayor demanda de contratos específicos, con preferencia por acuerdos a largo plazo en lugar de tarifas spot fluctuantes, a medio y largo plazo.
Michael Clover, director de Desarrollo Comercial de Ti, afirma: “La demanda europea ya era bastante débil y la incertidumbre sobre las tarifas ha llevado a muchos a esperar menores volúmenes de transporte de mercancías por carretera. Prevemos que la reducción de los volúmenes reducirá la presión sobre las tarifas de transporte de mercancías por carretera hasta 2025 y, dado que el crecimiento de los costes también se ha desacelerado, prevemos tarifas bastante estables durante el resto del año”.
La nueva capacidad que entra al mercado se ha visto limitada. Las matriculaciones de vehículos pesados cayeron un 16% entre el primer trimestre de 2025 y el primer trimestre de 2024, y un 7% intertrimestral. Cabe destacar que las matriculaciones de camiones eléctricos de batería crecieron un 51% interanual, alcanzando una cuota de mercado del 3,5%. La escasez de conductores está en aumento, con 426.000 puestos vacantes en Europa, según el informe mundial de 2024 de la IRU.
En cuanto a los factores subyacentes de los costes, los precios del diésel aumentaron un 4,8 % intertrimestral, pero últimamente están bajando debido a la incertidumbre que genera la situación comercial en las empresas, lo que frena la demanda mundial de petróleo.
Por otra parte, los salarios de los conductores en Europa siguen aumentando según sugieren los últimos datos. Por ejemplo, en España los salarios de los conductores en operaciones internacionales aumentaron un 5,1% interanual, según el Ministerio de Transportes. En Italia, los nuevos convenios han supuesto aumentos salariales de más de 500 euros al mes desde principios de 2025, para cubrir, en particular, el tiempo de espera de los vehículos durante la carga y descarga en los centros de distribución. Estos aumentos se producen tras un aumento interanual del 4% en los costes laborales en la UE-27 en el cuarto trimestre de 2024.
Vincent Erard, director sénior de Estrategia y Desarrollo de la IRU, añade: “El transporte por carretera se encuentra en un punto de inflexión crítico, donde la resiliencia, la sostenibilidad y la competitividad deben converger. A pesar de las dificultades económicas y la incertidumbre del comercio mundial, el sector del transporte europeo tiene el potencial de impulsar un nuevo ciclo de crecimiento regional. Los responsables políticos y la industria deben ahora cocrear las condiciones que faciliten la inversión a largo plazo, la transformación digital y la descarbonización, especialmente para las pymes que constituyen la columna vertebral de nuestras cadenas de suministro”.
En el corto plazo, el panorama más amplio de una posible recuperación de la UE se ve frenado por las persistentes incertidumbres arancelarias y las perturbaciones políticas, que siguen pesando sobre los flujos comerciales y el impulso de las tasas.
A medio plazo, las perspectivas son positivas. Se prevé un fortalecimiento del PIB real, impulsado por el crecimiento del consumo, la mejora de la inversión y la recuperación de la demanda externa. Se prevé que la actividad económica en la eurozona crezca un 0,2% durante los tres primeros trimestres de 2025. Se prevé que el gasto de los hogares aumente un 1,4% interanual en marzo, y que el crecimiento anual del consumo privado mejore del 0,9% en 2023-2024 al 1,3% en 2025-2027. Estas tendencias apuntan a una mejora gradual de las condiciones de la demanda, lo que podría favorecer un repunte del volumen de transporte de mercancías y la estabilidad de las tarifas a medio plazo.
Sin embargo, la incertidumbre que generan las tarifas tendrá consecuencias diferentes a corto plazo. Las empresas combinarán cada vez más contratos de capacidad base con el uso del mercado spot para mayor flexibilidad. En consecuencia, la incertidumbre podría atenuar el efecto del aumento de la demanda en el mercado contractual y amplificar la presión de la demanda en el mercado spot.
Thomas Larrieu, director ejecutivo de Upply, comenta: “El mercado europeo del transporte por carretera vuelve a atravesar una fase compleja, ya que es probable que las grandes incertidumbres en el comercio mundial debiliten la aún frágil recuperación económica. Al mismo tiempo, esto también podría conducir a una aceleración de la deslocalización, lo que podría estimular la demanda de transporte por carretera. El equilibrio de poder actual sigue siendo bastante favorable para los transportistas, pero conviene asegurar la capacidad a largo plazo mediante asociaciones equilibradas con los transportistas”.
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