STEF ha incrementado un 8,1% su cifra de negocio a cierre de 2024 hasta alcanzar los 4.800,8 millones de euros. El EBITDA ha sido de 484,3 millones, un 13,5% superior al año anterior. La compañía ha publicado los resultados de las cuentas correspondientes al pasado ejercicio tras haber sido aprobadas por su consejo de administración.
Stanislas Lemor, presidente - director general del Grupo STEF, ha declarado: “A lo largo del año, hemos operado en un entorno marcado por las tensiones (políticas y económicas) que provocaron expectación por parte de nuestros clientes. La demanda de transporte por carretera se ha ralentizado en Europa, afectando a los márgenes en los sectores de la logística y el transporte, mientras que los costes de producción siguieron sufriendo los efectos de la inflación. Esta situación repercutió en el crecimiento de nuestra cifra de negocio y en los resultados de explotación. Sin embargo, gracias al compromiso de nuestros equipos y a la confianza de nuestros clientes, hemos seguido avanzando en la aplicación de nuestro plan estratégico. Hemos logrado importantes avances en la consecución de nuestros objetivos financieros y no financieros, hemos acelerado nuestro crecimiento externo para reforzar nuestras posiciones y hemos consolidado nuestro dispositivo inmobiliario único en Europa”.
Su actividad en Francia se mantuvo estable y registró una cifra de negocio de 2.398 millones de euros, lo que muestra un descenso del margen global debido al bajo consumo de alimentos, que provocó una contracción de los volúmenes gestionados por las actividades de transporte, principalmente en las actividades de productos frescos y seafood, a pesar de la ralentización de la inflación.
Las actividades de los canales foodservice y supply chain de productos frescos progresan por lo que respecta a la facturación y rentabilidad por los nuevos clientes. La actividad de productos congelados se ha visto afectada por una caída en la tasa de ocupación de sus almacenes, lo que está repercutiendo en su rentabilidad. Por su parte, la actividad de productos termosensibles está recuperando su rentabilidad gracias a los efectos de sus éxitos comerciales.
A nivel internacional aumentó hasta 1.798 millones de euros su cifra de negocio gracias a las últimas adquisiciones. Sin embargo, el margen de estas nuevas empresas aún no alcanza el nivel habitual de STEF Internacional debido al tiempo necesario para su completa integración.
En un contexto de evolución más positiva del consumo, Portugal registra un resultado estable, mientras que España muestra una vuelta a la normalidad tras un año 2023 muy favorable. La rentabilidad de Italia se ve afectada por la fuerte contracción del mercado, por las dificultades relacionadas con un incidente operativo y por los costes de implementación del dispositivo de congelado. A pesar de las dificultades del mercado, Reino Unido logró adaptarse gracias a un buen control de sus recursos operativos. En cuanto a Bélgica y Países Bajos, continúan integrando las empresas adquiridas recientemente, mientras que Suiza muestra buenos resultados gracias a una exitosa puesta en marcha.
El grupo mantiene su política de dividendos correspondientes a un tercio de sus resultados, lo que supone un reparto de 4,15 euros por acción, sujeto a su aprobación mediante votación en la Junta general del 30 de abril de 2025.
Aunque el contexto económico y geopolítico sigue siendo muy inestable, afronta el año 2025 con confianza en su capacidad de resiliencia. El año estará marcado por el inicio de la segunda fase de su plan estratégico, así como por una aceleración de la integración operativa y cultural de las últimas adquisiciones.
A lo largo de esta fase, el grupo seguirá atento al control de sus recursos y a las oportunidades de inversión, centrándose en su actividad principal. Se han realizado las pruebas y procedimientos de auditoría de sus cuentas consolidadas. El informe de auditoría se emitirá una vez cumplimentados los requerimientos para la publicación de su memoria anual.
Esto facilita la operación de flotas mixtas de AMR y reduce los costes de inversión en diferentes infraestructuras de carga. “Con la carga inductiva, estamos creando un suministro de energía con garantía de futuro para nuestros AMR. Nuestros clientes se benefician de una mayor eficiencia, mayor flexibilidad y una tecnología que se ha consolidado como un estándar en la industria”, concluye Wang.
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