AMDPress.-El Registro Único de Transporte Automotor (R.U.T.A.) se ha convertido en los últimos meses en el centro de atención para el transporte argentino. Se trata de una nueva normativa que intenta poner en práctica el gobierno de este país, con el apoyo y asesoramiento de cámaras y entidades representativas del sector que, según explica Enrique Corsiglia, Prosecretario de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), “abarcará a todos los operadores del transporte y establecerá, junto con la división en categorías y otros datos que aportarán los transportistas, un régimen de sanciones que puede cerrar un circulo virtuoso que hará más operativa la solidaridad de los cargadores”.
Para Corsiglia, “con R.U.T.A, que aunque hace tres meses salió su Decreto, todavía está a falta de definir algunos aspectos que le darán forma definitiva, los suministradores de mercancías sólo podrán contratar a transportistas inscritos en el registro. Y, por su parte, estos últimos deberán cumplir con una serie de requisitos mínimos que terminarán con el bache de fiscalización del Estado que, hasta ahora, impidió que otros registros nacionales o provinciales tengan éxito”.
En cuanto a las demoras en la sanción del RUTA se deben, básicamente, a la falta de continuidad que existe en la Administración Pública así como a ciertas diferencias surgidas entre las distintas partes que componen el sector.
Por último, Corsiglia asegura que el R.U.T.A. es la llave para profesionalizar el sector y lograr una competencia leal. “En la actualidad, existe una competencia desleal ya que algunos transportistas no cumplen las reglamentaciones, o no pagan el IVA y, sin embargo, los vemos trabajando. A partir de la aplicación del Registro será más difícil trabajar fuera de la ley, mientras que aquellos que se encuentren dentro del sistema contarán con algunos beneficios, como por ejemplo el precio diferencial para los combustibles o las ventajas del plan de competitividad”.
La colaboración en este tipo de eventos resalta la importancia de la solidaridad y la responsabilidad social corporativa en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
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