Tenemos una posición privilegiada para ser tractores sociales de la industria de los fabricantes de equipos de transporte y tirar de la industria para hacer nuestro servicio logístico medioambientalmente neutro.
En los últimos dos años, el mundo parece haber entrado en una nueva era de gran y constante inestabilidad, con profundas repercusiones para el comercio internacional y los consumidores.
La pérdida de palés puede generar ciertas problemáticas a la hora de realizar el transporte de las mercancías, además de repercutir tanto en los clientes que hacen uso de estos, como en los consumidores finales.
Los datos de ubicación y temperatura en tiempo real permiten tomar decisiones para mitigar eficazmente cuando las interrupciones incontrolables amenazan sus envíos.
¿Podemos afirmar taxativamente que los conductores pueden cargar y/o descargar, e intercambiar palés fuera de España? Nosotros no lo podemos hacer, y explicamos los motivos que nos mueven a pensarlo.
El desafío que supone para las empresas de logística el incremento de las devoluciones online y el reto de educar al consumidor en su manera de consumir.
Según estimaciones de Deloitte, la aplicación combinada de los diferentes modelos y soluciones logísticas de última milla podría reducir las emisiones un 40% y mejorar la congestión urbana y la eficiencia de los costes logísticos en un 30% y un 20% respectivamente.
Los profesionales dedicados a esta actividad se han revalorizado, hecho visibles y ganado importancia significativamente. La profesión logística como concepto se está dignificando y esto es algo que se ha visto repercutido en el atractivo que adopta.
Es necesario reeducar tanto al consumidor como al e-commerce y hacerles ver y ser conscientes de que ni las entregas, ni las devoluciones, ni la superagencia son gratuitas y tienen cada vez un mayor coste para todos.