NORD Drivesystems dispone de soluciones de accionamiento con las que consigue una mayor eficacia en varios puntos dentro de la cadena de procesos de embalaje. La empresa se centra en los campos del embalaje de final de línea y el embalaje primario, donde su tecnología de accionamiento descentralizado y sus cárteres de aluminio lavables disminuyen los costes.
Los procesos de embalaje exigen altos niveles de dinamismo, flexibilidad y rentabilidad. El embalaje de final de línea y el embalaje primario ofrecen un potencial que se ve incrementado por sus soluciones de accionamiento.
Con una solución que combina electrónica de accionamiento descentralizado y motores asíncronos, la compañía dota al embalaje de final de línea de muchas alternativas eficientes a los conceptos basados en un control centralizado. Los variadores de frecuencia instalados simplifican el cableado del sistema de accionamiento, lo cual facilita notablemente la instalación y el mantenimiento.
Los sistemas se pueden dimensionar de manera más sencilla, ya que se adaptan con más rapidez y facilidad a los nuevos requisitos. Gracias a su alta capacidad de sobrecarga y control sin encoder, sus soluciones de accionamiento alcanzan la dinámica exigida por las aplicaciones de embalaje final. El módulo POSICON integrado permite un posicionamiento preciso. Todo esto supone un ahorro de costes respecto a las soluciones que suelen utilizar servomotores controlados de forma centralizada.
Para el embalaje primario, la protección superficial NXD tupH de la compañía muestra las ventajas para el proceso que aportan los componentes con cárteres de aluminio. Con esta protección, las superficies de aluminio se someten a un tratamiento electrolítico y se recubren con un potente sellador. Esto hace que sean resistentes frente a condiciones ambientales extremas como el contacto con productos químicos de limpieza agresivos en las áreas de lavado.
Gracias al sellador, no se desprenden partículas, aunque la superficie resulte dañada. Las superficies tratadas con NXD tupH están libres de sustancias perfluoradas (PFAS) y son aptas para alimentos en conformidad con la FDA y el Reglamento 1935/2004 de la UE, así como con los reglamentos correspondientes de Suiza y los países de MERCOSUR. Por tanto, las ventajas del aluminio también se aprovechan en el embalaje primario. El aluminio es ligero, económico y totalmente reciclable. Además, los cárteres de aluminio ofrecen una alta conductividad térmica, reduciendo así la temperatura máxima de la superficie.
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