En el último año, el 62% de las compañías del sector salud han incrementado su inversión en tecnología, focalizándose en herramientas de visibilidad de la cadena de suministro, previsión de la demanda, automatización y análisis de datos. De hecho, según destaca el estudio, el 28% de las empresas del sector ya aplica inteligencia artificial generativa —especialmente en planificación, customer service, aprovisionamiento y transporte— y un 45% lo está valorando activamente.
Así lo refleja el primer informe ‘Pulso al sector salud de AECOC’ que la asociación ha dado a conocer, y el cual ha sido presentado por Óscar Castroviejo, responsable del sector Salud en AECOC, y por José Luís García, presidente del Comité de Canal Farmacia Comunitaria de AECOC y director de Sistemas Industriales de Bidafarma.
Óscar Castroviejo, responsable del sector Salud en AECOC, explicaba durante la presentación al al respecto: “Las partes de la cadena de suministro donde más se ha avanzado en digitalización son la preparación de los pedidos, la planificación de la demanda y el área de customer service. En cambio, el transporte de última milla, el aprovisionamiento y el transporte de media y larga distancia sigue siendo el área con más margen de mejora”.
Asimismo, el estudio también identifica que las mayores inversiones de las compañías encuestadas se están destinando a la optimización de las herramientas de control y seguimiento de la cadena de suministro (62%), a la previsión de la demanda (62%) y a la automatización de los almacenes (59%).
El estudio ha sido elaborado por AECOC en colaboración con las principales compañías que forman parte del Comité Canal Farmacia Comunitaria de la Asociación, y ofrece una radiografía estratégica del canal, identifica sus prioridades hasta 2026 y analiza los riesgos emergentes que marcarán su evolución.
Entre los datos más destacados, el informe revela que el 69% de las compañías ha mejorado su nivel de servicio en el último año, aunque solo un 45% ha logrado alcanzar sus objetivos. En el otro extremo, un 10% de las empresas reconoce que su nivel de servicio ha empeorado, principalmente por problemas en la cadena de suministro (76%), aumento de la demanda (28%) y dificultades operativas internas (28%).
El informe también confirma que el canal de farmacia comunitaria ha reordenado su agenda estratégica. Así, el 83% de las compañías sitúa la mejora del servicio como la máxima prioridad en el corto y medio plazo. Le siguen la colaboración con clientes y proveedores (65%) y la mejora de la rentabilidad operativa (65%). Además, el 38% considera clave avanzar en digitalización y el 31% en sostenibilidad.
“La mejora del servicio es hoy la prioridad número uno del sector. Pero hacerlo en un entorno de disrupción constante exige una revisión completa de los modelos operativos y una apuesta decidida por la tecnología, la sostenibilidad y la colaboración con proveedores y clientes”, ha asegurado Castroviejo.
El contexto de incertidumbre en cuanto al funcionamiento de la cadena de suministro también condiciona las decisiones estratégicas. Otro aspecto clave que ha afectado a la cadena de suministro ha sido el aumento de la demanda y, en este sentido, se prevé un año de moderado optimismo. Un 76% de las empresas apuestan a que habrá un aumento de la demanda, aunque, dentro de este optimismo, un 69% creen que este incremento será ligero. Por otro lado, un 17% cree que se mantendrá igual que el 2024, mientras que el resto, el 7%, se muestra más pesimista y cree que la demanda disminuirá. Otros factores que pueden afectar a la cadena de suministro son el incremento de costes por la inflación, la escasez de materias primas y la inestabilidad geopolítica y regulatoria, aunque el 83% de las empresas afirma contar ya con planes de contingencia frente a estos riesgos.
En este sentido, con el objetivo de ganar flexibilidad y resiliencia ante el contexto de incertidumbre, las compañías están incluyendo tecnología analítica para tener mayor visibilidad ante posibles riesgos (concretamente, el 72% de los encuestados), desarrollando procesos colaborativos con proveedores y prestadores de servicios (72%) e invirtiendo en la digitalización de los procesos administrativos de flujos de mercancía o gestión de stock (el 62%).
Aunque el 73% de las empresas asegura haber avanzado en sostenibilidad, el sector farmacéutico todavía se enfrenta a grandes obstáculos para transformar su logística. “Las principales barreras son la necesidad de inversión, la falta de infraestructura para vehículos sostenibles y la escasa integración de los objetivos de descarbonización a lo largo de la cadena de valor. También preocupa la adaptación al nuevo marco regulatorio y la medición de emisiones de alcance 3”, ha destacado Castroviejo.
No obstante, las medidas más comunes ya implementadas para acelerar la transformación sostenible en el sector son el cálculo de la huella de carbono (monitorizado por el 69% de las empresas) la gestión de residuos (66%) la optimización de las rutas de transporte (41%) y la consolidación de cargas (35%).
Por su parte, José Luís García, presidente del Comité de Canal Farmacia Comunitaria de AECOC y director de Sistemas Industriales de Bidafarma, ha concluido: “La cadena de suministro farmacéutica afronta la incertidumbre derivada del escenario geopolítico y de la presión regulatoria que obligan a una cadena de suministro resiliente, eficiente y sostenible muy centrada en la gobernanza y calidad de los datos, en la prevención de los ciberataques a la vez que abordando el reto de la descarbonización de una manera no solo sostenible sino también competitiva. Estos ejes son clave para enfrentar los desafíos actuales y futuros del sector farmacéutico”.
En definitiva, el sector farmacéutico encara los próximos años con una hoja de ruta clara, basada en la mejora del servicio a través de la colaboración de los diferentes eslabones de la cadena de valor, la transformación digital y los compromisos con la sostenibilidad.
El Covid-19 la volatilidad de las materias primas o los problemas geopolíticos han hecho de la Supply Chain un ámbito estratégico, por lo que proteger la cadena de suministro se ha convertido en algo crucial para la rentabilidad de las empresas, que trabajan ya con la IA para adelantarse a estos desafíos.
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