Según datos recientes de la National Retail Federation, el 16,5% de los productos comprados en 2022 y 2023 fueron devueltos, representando un desafío económico y operativo clave para las marcas.
En concreto, en 2023 los clientes devolvieron mercancías por valor de 705 mil millones de euros, según la NRF, lo que representa el 14,5% de las ventas minoritas totales, tanto en tienda física como online. Durante las campañas de alto volumen de compras, como Black Friday y Navidad, las devoluciones se disparan, incrementando los costes de logística inversa y poniendo en riesgo la satisfacción del cliente.
Ante esta situación, es clave ser consciente que una buena experiencia de devoluciones puede ser clave para la fidelización, el 96% de los consumidores afirma que volvería a comprar con un retailer que ofrezca procesos de devolución fáciles y rápidos, mientras que el 33% cambiaría de marca tras una mala experiencia.
Manhattan Associates ha analizado esta situación y propone soluciones y estrategias para que los retailers puedan enfrentarse exitosamente a este problema:
-Devoluciones omnicanal para satisfacer las expectativas de los consumidores modernos: los clientes demandan flexibilidad, ya sea devolviendo productos en tienda, utilizando servicios de recogida a domicilio o puntos de entrega.
-Tecnología como aliada en la optimización: automatizar procesos, implementar algoritmos para optimizar rutas de devolución y ofrecer herramientas de autoservicio reduce los costes operativos y mejora la experiencia del cliente.
-Políticas claras y competitivas: cobrar por devoluciones puede perjudicar la conversión, mientras que optimizar otros costes (como los de envío o tarifas transfronterizas) permite a los minoristas proteger su relación con los clientes.
-Transformar la logística inversa en una oportunidad de fidelización: ver las devoluciones como un punto de contacto estratégico, y no solo como un problema logístico, puede diferenciar a una marca en un mercado saturado.
-Las devoluciones no son solo un coste, sino una oportunidad para diferenciarse en un entorno competitivo. Al adoptar estrategias omnicanal, aprovechar la tecnología y priorizar la experiencia del cliente, los retailers pueden transformar un desafío operativo en una ventaja estratégica. Es decir, ofrecer procesos de devolución sencillos y eficaces no solo protege los márgenes, sino que impulsa la confianza, la conversión y la fidelidad del consumidor.
Esto facilita la operación de flotas mixtas de AMR y reduce los costes de inversión en diferentes infraestructuras de carga. “Con la carga inductiva, estamos creando un suministro de energía con garantía de futuro para nuestros AMR. Nuestros clientes se benefician de una mayor eficiencia, mayor flexibilidad y una tecnología que se ha consolidado como un estándar en la industria”, concluye Wang.
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