CHEP ha recibido el Premio Espiga de Oro al Apoyo Logístico 2022 de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) por la colaboración logística continuada entre CHEP y Banco de Alimentos, a quien la empresa de palés presta sus plataformas; además de ayuda logística a través del voluntariado de sus empleados durante la Gran Recogida organizada anualmente por Banco de Alimentos.
Este es el mayor galardón que otorga la Fesbal, en colaboración con Caixa Fórum, a aquellas empresas e instituciones que han destacado anualmente en su contribución con la labor social de los Bancos de Alimentos. Según explican desde esta entidad, la ayuda de estas empresas es fundamental para continuar con la misión de la Fundación, ya que no solo se trata de donaciones económicas y de alimentos, sino también de apoyo y ayudas para tecnología, digitalización, consultoría estratégica, bienes y servicios y apoyo en logística y distribución.
Cecilia Acconcia, líder de responsabilidad social corporativa y diversidad e inclusión de CHEP España, asegura: “Llevamos años ayudando al Banco de Alimentos en esta acción y para nosotros este galardón es un gran reconocimiento. En CHEP nos implicamos con las comunidades que nos rodean y nos comprometemos a contribuir de manera positiva en la sociedad. Para ello, tenemos un extenso programa de voluntariado que permite a nuestros empleados dedicar tres días laborales al desempeño de una actividad benéfica, entre las que destaca la ayuda a Banco de Alimentos”.
La colaboración de CHEP con la Fundación Banco de Alimentos se inició en 2014, y desde entonces, la compañía ha dado respuesta a las necesidades que se han creado y ha proporcionado, 2.480 horas de voluntariado, 620 voluntarios y 174 camiones para transportar los alimentos durante las recogidas. Gracias a estas ayudas, la empresa de soluciones para la cadena de suministro ha recibido anteriormente otros premios como en la Jornada de Agradecimientos de la Fundación Banco de Alimentos de Madrid (FBAM) 2020-2021.
El aplazamiento de los aranceles entre EE. UU. y China ha generado un aumento del 5 % en la demanda de flete aéreo. Una tendencia que refleja cómo los responsables de cadena de suministro utilizan la agilidad del transporte aéreo como herramienta de resiliencia en tiempos de incertidumbre global.
Entre las medidas se encuentran la ampliación de horarios para las operaciones de reparto, un nuevo dimensionamiento, implantación y digitalización de zonas de carga y descarga, red de puntos de conveniencia y taquillas, la habilitación de carriles de uso mixto y la incorporación de vehículos eléctricos para acceder a áreas con limitaciones de tráfico, como el centro histórico.
Desde el inicio de la cooperación en el año 2020, el centro de distribución en Knowsley, cerca de Liverpool, se ha convertido en un ejemplo emblemático de soluciones logísticas escalables. En abril de 2025 se encargó la quinta fase de construcción con un volumen total de varios millones de euros.
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