Ikea Alcorcón ha multiplicado por tres su capacidad logística tras la consolidación de Madrid como una de las plazas estratégicas del grupo. Para este proyecto logístico de fulfilment se han invertido cerca de 2 millones de euros.
Tres han sido las bases fundamentales de la estrategia seguida por Ikea. Por un lado, repensar la disposición y forma de agrupar los elementos, haciéndolo directamente por cada pedido que se registra. En segundo lugar, una nueva distribución interna de los productos con mayor conexión a transporte.
Y finalmente, aplicar el concepto 'artículos híbridos' en aquellos productos con gran demanda. Así, se coloca una parte de esta mercancía en la zona de autoservicio de los clientes y otra parte en la zona del autoservicio de uso exclusivo interno, evitando que el trabajador tenga que desplazarse hasta la zona de clientes para hacerse con ella.
Los cambios también han llegado a las instalaciones en las que se han ampliado las zonas destinadas a la preparación y carga de pedidos en los camiones de reparto, la reforma de espacios para conectar las distintas zonas de recogida, preparación y salida de mercancía, y la creación de un nuevo módulo de almacén independiente para la mercancía destinada a Ikea Goya. La salida de mercancía cuenta con 8 muelles desde los que se realizan rutas diferenciadas, junto con la empresa colaboradora de transporte.
De estos muelles salen entre 30 y 40 furgonetas diarias, incluyendo eléctricas para minimizar el impacto medioambiental. Además, se cuenta con una zona de reparto diferenciado para pedidos destinados a otras provincias y puntos de entrega de mercancía. Como servicio de entrega adicional, la tienda, a su vez, dispone de taquillas donde los clientes pueden recoger sus pedidos sin necesidad de entrar en el centro y con formato de cita y gestión digital.
La distribución urbana se enfrenta a retos crecientes en eficiencia, costes y normativas. Desde la falta de infraestructura hasta la logística inversa, pasando por la electrificación o la presión regulatoria, expertos del sector comparten las claves para mejorar el modelo y avanzar hacia una última milla más alineada con las exigencias medioambientales y del consumidor.
La distribución capilar se enfrenta a retos crecientes, desde la escasez de transportistas hasta las complejidades del reparto urbano. Pascual trabaja activamente en atraer nuevo talento al sector, impulsar soluciones de última milla más sostenibles y promover modelos colaborativos y normativas más homogéneas que hagan más eficiente y responsable la logística en entornos urbanos.
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