«Existe una elevada tasa de siniestralidad dentro de la industria en relación con la maquinaria empleada en la carga, tratamiento, almacenaje, manejo y descarga de materiales. La legislación a este respecto es demasiado ambigua y no se ha desarrollado en forma de obligaciones concretas por parte del legislador, lo que dificulta que se impulsen medidas concretas destinadas a la reducción de la siniestralidad por los usuarios finales».
Así lo comentó el director comercial y de servicio de Ulma Carretillas Elevadoras, Fran Fernández, a Logística Profesional. Para Fernández, la legislación no regula de manera suficiente y adecuada «la formación teórica y práctica», tal y como exige el artículo 19 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, por lo que proliferan los «carnés de carretilleros» otorgados por profesionales y menos profesionales.
En segundo lugar, Fernández defiende la necesidad de conocer y de prever los riesgos de uso de estas máquinas para aplicar soluciones de seguridad activa y pasiva: «Muchos accidentes se producen a diario por el desconocimiento de conceptos como “estabilidad dinámica”, “estabilidad transversal”, “desplazamiento del centro de gravedad”, “capacidad residual” o “limitación de carga por altura”. Y, por último, pero no menos importante, los equipos deben estar en perfectas condiciones de uso y con todos sus elementos de seguridad revisados periódicamente. En este extremo tampoco están desarrollados legislativamente cuáles son esos elementos y, así, nos encontramos muchas veces en el mercado carretillas trabajando muy antiguas y sin esos elementos, o con ellos en mal estado, lo que supone un peligro para los trabajadores».
En este sentido, «Ulma trabaja en todos estos aspectos no reglados mediante formación a los usuarios con un curso avanzado de uso y seguridad y con mantenimientos exhaustivos de sus máquinas a través del “servicio completo” del alquiler o de los diferentes contratos de mantenimiento que pone a disposición de sus clientes».
El tramo Zaragoza-Tarragona es el de mayor demanda para transportar mercancías de la red ferroviaria, con más de 100 circulaciones/semana por sentido. Une los principales nodos de producción y consumo, como son Madrid y Barcelona, formando parte de los flujos del centro y sur con el noreste de España y el resto de Europa.
Contará con una nave de 17.400 m2 de superficie total dividida en dos unidades, 1.000 m2 para oficinas y salas sociales, y casi 1.800 m2 de entreplanta. Tendrá 17 rampas niveladoras y dos puertas seccionales para carga y descarga de camiones.
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