La Comisión Europea ha creado un instrumento informático de simulación, denominado Vecto, para medir las emisiones de CO2 de los vehículos pesados nuevos. A través de esta herramienta, la Comisión tiene la intención de presentar propuestas legislativas el próximo año «que obligarán a certificar, notificar y controlar las emisiones de CO2 procedentes de los vehículos pesados nuevos».
Detrás de esta decisión está el convencimiento de que los niveles actuales de emisiones de los vehículos pesados, que suponen la cuarta parte del total de emisiones de CO2 procedentes del transporte por carretera en la UE, son «insostenibles».
En esta línea, desde la Comisión se avanza que «los camiones, autobuses y autocares utilizarán menos combustible y emitirán cantidades inferiores de dióxido de carbono» gracias a esta estrategia, que fue aprobada el pasado 21 de mayo. Y es que con las previsiones que manejan desde Bruselas, «de no tomarse medidas, las emisiones de los vehículos pesados en el periodo 2030-2050 se mantendrán próximas a los niveles actuales».
«En primer lugar, se regularon los automóviles y las furgonetas, y ahora podemos comprobar los resultados: se han reducido las emisiones, la contaminación atmosférica de las ciudades está disminuyendo y los consumidores disponen actualmente de vehículos innovadores de bajo consumo. Por ello pasamos ahora a los camiones y a los autobuses». Son palabras de la comisaria de Acción por el Clima Connie Hedegaard, que no duda en mostrar su confianza en que «esta estrategia esboza nuevas medidas que, con el tiempo, ayudarán a reducir las emisiones de CO2 de estos vehículos, ahorrarán dinero a las empresas y harán que la UE sea menos dependiente de las importaciones de petróleo».
Control de emisiones
La estrategia se centra en medidas a corto plazo para certificar, notificar y controlar las emisiones de los vehículos pesados. «Se trata de un primer paso fundamental en la reducción de las emisiones, pues la posibilidad de establecer comparaciones entre los vehículos pesados ha sido difícil hasta la fecha, debido, en gran medida, a la gran variedad de modelos y tamaños de camiones existente», relatan.
Además, cuando esta legislación esté en vigor, la Comisión «podrá pensar» en nuevas medidas para reducir las emisiones. «La opción más evidente consiste en fijar límites obligatorios para las emisiones medias de CO2 de los vehículos pesados de nueva matriculación, como se hace ya para los turismos y las furgonetas», aseguran, al tiempo que se abre la puerta a la creación de «infraestructuras modernas» que permitan la utilización de combustibles alternativos para los vehículos pesados, la aplicación de tarifas «más inteligentes» por el uso de las infraestructuras, un uso «coherente y efectivo» de la fiscalidad de los vehículos por parte de los Estados miembros y otros mecanismos de mercado.
De hecho, de los estudios que manejan desde la Comisión de Acción por el Clima contemplan que mediante el empleo de las últimas tecnologías disponibles «es posible reducir al menos un 30% las emisiones de CO2 procedentes de los vehículos pesados». Y es que las emisiones procedentes de estos vehículos crecieron en todo el continente nada más y nada menos que un 36% entre 1990 y 2010.
Los servicios incluirán almacenamiento, gestión integral de transporte, entrega de última milla, procesos de copacking y kitting, manipulados especiales, y cualquier otro servicio logístico que sea requerido por el cliente, desde las instalaciones de la compañía ubicadas en Illescas (Toledo).
Tiene un fuerte componente tecnológico gracias a la contribución de Donetec, dispone de una amplia red internacional de atención al cliente y de un gran abanico de soluciones para el sector del envase y embalaje a través de Naeco e integra completamente la capacidad de gestión de residuos y producción de materias primas de plástico que hasta la fecha operaba bajo la marca Polynext.
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