Agentes de la Policía de la Generalitat, mossos de la División de Investigación Criminal adscritos al Área de Investigación Criminal de la Región Metropolitana Sur, en colaboración con la Guardia Civil, detuvieron el pasado jueves a catorce hombres como presuntos autores de los delitos de robo con fuerza y pertenencia a organización criminal. El grupo sustraía el cobre de diversas infraestructuras, como vías ferroviarias del AVE, subestaciones eléctricas e instalaciones fotovoltaicas
La investigación se inició el pasado mes de julio, cuando los integrantes del Grupo Operativo de Robos Especializados disponía de informaciones que ponían de relieve la actividad de un grupo criminal dedicado a la sustracción de cable de cobre en todo el país. Los robos se cometían principalmente en vías ferroviarias del AVE, subestaciones eléctricas e instalaciones fotovoltaicas. Posteriormente, lo vendían a establecimientos de compraventa de chatarra «que conocían la procedencia ilícita de la mercancía», según fuentes oficiales.
En el caso de las sustracciones en la red ferroviaria, se trataba de cobre de DCO (Detector de Caída de Objetos), un elemento básico de seguridad que tiene como función principal la detección de los desprendimientos en la vía de salida o entrada de túneles. Por este motivo, y hasta que los servicios de mantenimiento repongan nuevamente el cable sustraído, los trenes de alta velocidad se ven obligados a reducir la velocidad máxima de 300 hasta 160 km/h. El valor total de los daños y las pérdidas económicas que se derivan asciende a 445.887 euros.
Dado que efectivos del Grupo de Patrimonio de Policía Judicial de la Guardia Civil de Valladolid estaba investigando a un grupo organizado que había huido de una localidad de Segovia, y tenía conocimiento de que pudiera encontrarse en Hospitalet de Llobregat actuando con el mismo modus operandi, en el mes de agosto se estableció un equipo conjunto con la Guardia Civil cuya finalidad era la desarticulación del grupo que estaba llevando a cabo los robos.
Estructura jerarquizada
Los investigadores averiguaron que el grupo estaría compuesto por 23 personas, perfectamente organizadas, con una estructura jerarquizada con roles y funciones «claramente definidos».
La organización criminal estaba dividida en dos facciones: la primera era la encargada de la sustracción del cobre y la componían individuos de nacionalidad rumana, todos vecinos de Hospitalet. La segunda era un grupo de nacionalidad dominicana que regentaba dos chatarrerías de la localidad de la misma localidad, que conocían la «la procedencia ilícita de la mercancía y participaban del beneficio económico que resultaba», según la Guardia Civil. Además, estas dos chatarrerías no cumplían los requisitos legales para este tipo de establecimientos.
Organización logística
La organización funcionaba de la siguiente manera: sus integrantes preparaban la logística «con planes de actuación perfectamente definidos» y se dirigían a las zonas en las que habían previsto robar. Una vez llegaban al lugar elegido, se repartían las tareas y, mientras la gran mayoría buscaba el material y lo sustraía, los otros miembros del grupo hacían tareas de vigilancia. En muchos casos los robos se prolongaban durante horas, ya que se cometían en zonas rurales de difícil acceso». En el momento que conseguían cortar el cable, lo llevaban a una zona cercana y la extraían de la funda que lo recubre para su traslado a las chatarrerías. Finalmente, estos establecimientos vendían el cobre a otras gestoras de residuos de mayor entidad.
Los servicios incluirán almacenamiento, gestión integral de transporte, entrega de última milla, procesos de copacking y kitting, manipulados especiales, y cualquier otro servicio logístico que sea requerido por el cliente, desde las instalaciones de la compañía ubicadas en Illescas (Toledo).
Tiene un fuerte componente tecnológico gracias a la contribución de Donetec, dispone de una amplia red internacional de atención al cliente y de un gran abanico de soluciones para el sector del envase y embalaje a través de Naeco e integra completamente la capacidad de gestión de residuos y producción de materias primas de plástico que hasta la fecha operaba bajo la marca Polynext.
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