Se espera que el número de vuelos ofertados a nivel mundial por la industria aérea alcance los 39.8 millones en 2019, una cifra un millón más alta que la predicción del año anterior y representa un aumento de más del 50% con respecto a la década anterior.
“La gran proliferación de viajes ha provocado una mayor presión y un aumento de los problemas entre las compañías aéreas y el personal de tierra, lo que ha derivado en un aumento en la pérdida de los equipajes. Existen numerosos factores que puedan contibuir a este problema pero el considerado más esencial es la infraestructura de las aerolíneas”, explica David Gozalo, VP South Region, Zebra Technologies.
Por ello, la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), en 2014, inició la Resolución 753 para animar a los aeropuertos a priorizar la gestión de sus sistemas. La Resolución oficialmente entró en vigor en 2018, pudiendo dar tiempo a las aerolíneas para prepararse. Ahora, la mayoría de las aerolíneas tienen un plan en marcha, y el 46% de ellas espera cumplir con el 75% de sus objetivos para finales de este año, según la Encuesta de Tendencias de TI del Transporte Aéreo de SITA.
A medida que la tecnología es más sofisticada, también se ha vuelto más fácil de implementar. Esto permite que los aeropuertos más remotos puedan mejorar satisfactoriamente sus instalaciones y modernizar sus ofertas.
Un buen ejemplo de ello es el caso de las Islas Griegas, donde la gestión de las enormes demandas de turismo y el cumplimiento de la normativa de la IATA fue una tarea complicada. “Como parte del proceso para modernizar y aumentar la eficiencia, los ordenadores portátiles de mano de Zebra se han comenzado a utilizar para automatizar el rastreo de equipaje en 14 aeropuertos de las Islas Griegas. Los dispositivos son fiables y están diseñados específicamente para la empresa, pero con una apariencia de smartphone para facilitar la capacitación del personal a la hora de usarlos”, destaca la compañía.
La integración de Inteligencia Artificial (AI) para conectar ordenadores móviles con el terminal central o la base de datos de la aerolínea también es necesario, para incrementar y maximizar la visibilidad, y por lo tanto la seguridad del equipaje.
La ventaja de la inteligencia artificial es que está en continuo desarrollo y aprendizaje lo que permite hacer predicciones y ver surgir nuevos patrones, además de ofrecer información que no se había considerado sobre el manejo del equipaje y la capacidad.
La IATA votó recientemente para desarrollar un estándar en los próximos 12 meses para el uso del etiquetado RFID con el objetivo de poner fin a los lectores de códigos de barras que luchan por leer las etiquetas del equipaje arrugadas. Esto facilitará el seguimiento del equipaje y permitirá a los pasajeros obtener actualizaciones de la localización de sus maletas a través de una aplicación.
La tecnología es sin duda una de las claves para superar los desafíos que enfrenta la industria aérea. Aunque los responsables de innovación encuentren nuevos materiales, formas y tamaños para ayudar a aumentar la capacidad de los aviones, no deben perder de vista a los protagonistas: los clientes. Construir infraestructuras más eficientes que implementen la tecnología inteligente que ya existe, es el mejor camino a seguir para las aerolíneas en un futuro inmediato. Para definir la innovación a largo plazo de la industria, es necesario que las bases que se plateen a corto plazo sean sólidas y escalables.
La distribución urbana se enfrenta a retos crecientes en eficiencia, costes y normativas. Desde la falta de infraestructura hasta la logística inversa, pasando por la electrificación o la presión regulatoria, expertos del sector comparten las claves para mejorar el modelo y avanzar hacia una última milla más alineada con las exigencias medioambientales y del consumidor.
La distribución capilar se enfrenta a retos crecientes, desde la escasez de transportistas hasta las complejidades del reparto urbano. Pascual trabaja activamente en atraer nuevo talento al sector, impulsar soluciones de última milla más sostenibles y promover modelos colaborativos y normativas más homogéneas que hagan más eficiente y responsable la logística en entornos urbanos.
Comentarios