En los últimos dos años, el mundo parece haber entrado en una nueva era de gran y constante inestabilidad, con profundas repercusiones para el comercio internacional y los consumidores.
La satisfacción laboral está relacionada con la productividad y es importante ser conscientes de cómo se puede mejorar a través de la tecnología.
Replantear los sistemas logísticos y las cadenas de suministro de las empresas permite garantizar que las prácticas empresariales estén alineadas de principio a fin con los objetivos medioambientales y de sostenibilidad.
A pesar de la pandemia y las consecuencias que ha generado, la compra en tienda física sigue siendo una realidad: según Manhattan Associates, casi el 40% de los consumidores no dejará de acudir a los comercios tradicionales.