La Generalitat de Cataluña planea prohibir la circulación de camiones en la N-340 a su paso por Tarragona, en un tramo de algo más de 70 kilómetros, lo que obligaría a los transportistas a utilizar la AP-7.
En duro comunicado, Fenadismer considera esta decisión un paso más en «la cruzada» y la «campaña de acoso contra los camiones» de la Genaralitat y la vincula con la reducción del 20% en el número de usuarios que, según la asociación, «curiosamente» ha tenido la AP-7 en los últimos tres años.
Así, Fenadismer y sus organizaciones catalanas rechazan «de plano» la prohibición, que solo aceptarían si se les ofreciese a los transportistas una vía alternativa libre de pago. De no ser así, se reservan el derecho de estudiar «las medidas de respuesta a adoptar contra dicha decisión».
Otras prohibiciones
En este sentido, cabe recordar que esta no es la primera prohibición que la Generalitat ha tratado de imponer en sus carreteras a los transportistas. En abril del pasado año, ya prohibió la circulación a los camiones en la N-II a su paso por Gerona, en un tramo de casi cien kilómetros, hasta la frontera con Francia, lo que obliga a los conductores a desviarse por la AP-7. Esta decisión fue recurrida por Fenadismer ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y está pendiente de resolución.
Asimismo, el pasado mes de septiembre, desde la Consejería de Territorio y Sostenibilidad del Gobierno catalán se anunció la prohibición de circulación a camiones en más de 40 kilómetros de la N-240 en Lérida. De nuevo, se obliga a los camiones a desviarse por una autopista de peaje, en este caso la AP-2.
El sector logístico está entrando en una fase de moderación tras un inicio de año muy dinámico. No se trata de una crisis, pero sí de una desaceleración clara, especialmente visible en el transporte terrestre y el empleo autónomo.
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