STEF ha presentado los resultados de 2023 en los que ha conseguido alcanzar 4.442,1 millones de euros de cifra de negocio acumulada, tras finalizar el año con una actividad estable en el último trimestre. Esto supone un aumento del 6,8% (0,7% a perímetro comparable excluyendo las ventas de mercancías por cuenta de terceros correspondiente al canal foodservice), por encima de los 4.159,7 millones de euros de 2022.
Las operaciones de crecimiento a nivel internacional ha conseguido compensar la ralentización de la actividad en Francia donde los volúmenes en el transporte de productos refrigerados y seafood han descendido debido a la reducción del consumo alimentario y por la ausencia del tradicional pico de actividad previo al periodo navideño. La tendencia a la baja también continúa en las operaciones de productos congelados, aunque la tasa de ocupación de los almacenes sigue siendo elevada.
El segmento de productos termosensibles en el país registró un fuerte crecimiento, impulsado sobre todo por la campaña de chocolate de fin de año. La actividad del canal foodservice mantiene su dinamismo, aunque el número de aperturas de restaurantes franquiciados se ralentizó en el último trimestre.
A nivel internacional, Portugal aporta la mayor contribución al crecimiento de las ventas, gracias a una buena dinámica comercial, en particular en el canal foodservice, y al impacto de la puesta en marcha de nuevos contratos. En Italia sigue beneficiándose del primer año de integración de SVAT, que ha aportado 20 millones de euros de contribución a pesar de ser un mercado en contracción.
Las actividades en el Reino Unido continúan afectadas por la difícil situación económica y por la caída del consumo. En Bélgica se benefició de los dos primeros meses de la integración de la empresa TransWest, que aportó 12 millones de euros a la cifra de ventas.
Por último, en los Países Bajos, el cierre de la adquisición de Bakker Logistiek, el 4 de enero, marca un nuevo hito en el desarrollo de la compañía en dicho país y posiciona al grupo como uno de los actores principales del transporte, de la logística y del envasado de productos alimentarios en el Benelux.
El aplazamiento de los aranceles entre EE. UU. y China ha generado un aumento del 5 % en la demanda de flete aéreo. Una tendencia que refleja cómo los responsables de cadena de suministro utilizan la agilidad del transporte aéreo como herramienta de resiliencia en tiempos de incertidumbre global.
Entre las medidas se encuentran la ampliación de horarios para las operaciones de reparto, un nuevo dimensionamiento, implantación y digitalización de zonas de carga y descarga, red de puntos de conveniencia y taquillas, la habilitación de carriles de uso mixto y la incorporación de vehículos eléctricos para acceder a áreas con limitaciones de tráfico, como el centro histórico.
Desde el inicio de la cooperación en el año 2020, el centro de distribución en Knowsley, cerca de Liverpool, se ha convertido en un ejemplo emblemático de soluciones logísticas escalables. En abril de 2025 se encargó la quinta fase de construcción con un volumen total de varios millones de euros.
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