A finales del 2022 fue aprobado el RD 1052/2022 que regula las zonas de bajas emisiones ZBE y durante el presente año los municipios de más de 50.000 habitantes deberán ponerla en práctica en sus ordenanzas municipales. La logística y más especialmente la logística de última milla se encuentra ante el reto de adaptar sus operaciones de una forma sostenible a esta nueva realidad, y dentro del conjunto de soluciones disponibles, la movilidad ligera (vehículos de 2 ruedas, triciclos y cuatriciclos) ya está siendo ampliamente utilizada.
Sin embargo, la transformación a movilidad eléctrica de las flotas ligeras todavía no es una realidad. A modo de ejemplo, la cuota de mercado del vehículo eléctrico en motos y ciclomotores fue del 8% en 2022 a nivel nacional. Los vehículos ligeros eléctricos implican un incremento en el coste de los vehículos debido al coste de la batería, presentando además la limitación de la autonomía de las baterías, y la imposibilidad de realizar una recarga rápida en DC, principales frenos de esta necesaria transformación.
Una red de intercambio de baterías – battery swapping – como la propuesta por SMOBERY permite abordar ambas problemáticas. Por un lado disponiendo en puntos estratégicos las estaciones de swapping, se sobrepasa la limitación de la escasa autonomía de las baterías por medio de un simple intercambio de batería en menos de un minuto y por otro lado, la red de swapping permite organizar las operaciones de una forma mucho más efectiva, racionalizando y reduciendo los trayectos y reduciendo los costes operativos gracias además a una extensión de la vida útil de las baterías, reducción del coste energético de la recarga gracias a algoritmos de smart charging, y en general a un mayor control del negocio.
Por ello, cuando pensemos en soluciones de movilidad, debemos incluir en nuestra reflexión no solo las diversas alternativas existentes en cuanto a vehículos de reparto, sino la infraestructura de recarga, la infraestructura de battery swapping. De hecho, me gusta ver a las redes de intercambio de baterías como facilitadores de la movilidad eléctrica, permitiendo extender las rutas que los operadores logísticos pueden abordar con este tipo de vehículos.
Igualmente, interesante es la iniciativa del SBMC Swappable Battery Motorcycle Consortium, una iniciativa para estandarizar las baterías en motos y ciclomotores, iniciada hace más de dos años por Honda, KTM, Yamaha y Piaggio y en la que a día de hoy ya se han adherido más de una docena de OEMs, todos ellos en el grupo de lideres del mercado. Son buenas noticias para el sector, ya que el objetivo es que en breve se establezca un standard que permita separar la venta de las baterías de la venta de los vehículos, y poder utilizar la misma batería en vehículos de distintas marcas, compartiendo una única red de intercambio de baterías para dar servicio a un amplio número de usuarios.
Es decir, battery swapping y estandarización como herramientas para adaptarnos a las nuevas normativas de ZBE, optimizar nuestras operaciones, facilitar la transición energética del sector y extender la aplicabilidad de la movilidad eléctrica. Busquemos siempre soluciones que den tanto respuesta a los problemas de hoy, como posibilidades de adaptación y escalabilidad hacia los nuevos estándares sobre los que se está trabajando.
Artículo de opinión publicado en el nº284 de Logística Profesional (pág 37)
El sector logístico creció casi un 5% en 2022, pero el 78% de las empresas tiene problemas para incorporar el talento que necesita. Aunque todavía hay una baja presencia de la mujer en el sector, su ritmo de incorporación se ha multiplicado en los últimos años, duplicando al de hombres en 2021-2022.
Gracias a la conectividad de las redes modernas, será posible aprovechar este rendimiento para implementar aplicaciones individuales. Como resultado de ello, AutoID seguirá desempeñando en el futuro un papel aún más crucial en la digitalización y la optimización de procesos de producción industrial e intralogística.
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