Si ya la logística de la nueva vacuna contra la Covid-19 era compleja por la necesidad de almacenar el producto a temperaturas ultracongeladas, ahora, ironías de la vida, la nieve que ha descargado el temporal Filomena y la ola de bajas temperaturas que están convirtiendo la nieve en hielo, dificultan la circulación de vehículos y personas y por tanto, de la llegada de la vacuna a los centros hospitalarios, ambulatorios y residencias para su administración.
A pesar de que la vacuna ha de ser almacenada a menos 80 grados, el transporte y la distribución no requieren dispositivos especiales porque la calidad del producto se mantiene durante 5 días en perfectas condiciones a unas temperaturas de entre 2 y 8 grados, que es la temperatura de conservación normal de cualquier vacuna.
Sin embargo, ahora el problema no es la temperatura. La nieve y las heladas que afectan a toda España desde el pasado viernes 8 de enero, dificultan la logística. Las carreteras están intransitables y en algunos puntos de España se alcanzarán hasta 13 grados bajo cero que nos afectarán a lo largo de toda esta semana.
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