Las instalaciones logísticas de Adif en Madrid Abroñigal recibieron ayer el primer tren de mercancías directo entre China y España. El convoy, que ha tardado 21 días en hacer el trayecto, ha atravesado ocho países y ha recorrido un total de 13.155 kilómetros.
Para la ministra de Fomento, Ana Pastor, este viaje, de carácter experimental, es un «momento histórico» y demuestra «la confianza del sector logístico en el tren». Asimismo, cree que supondrá «un nuevo impulso a las mercancías ferroviarias, algo en lo que Fomento ha apostado desde el principio». «Mejorar el tren es mejorar la competitivad de la economía», subrayó Pastor.
El convoy salió de China el pasado 18 de noviembre, de la ciudad de Yiwu (el centro de venta y distribución de bienes de consumo más grande del mundo), y ha recorrido 13.155 kilómetros a través de Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania y Francia. El tren, llamado Yixinou (contracción en mandarín de Yiwu, Xinjiang —región a la que pertenece Yiwu— y Europa), ha sido operado por las firmas IRS (InterRail Services), DB Schenker Rail y, en España, por Transfesa.
En su viaje, se ha utilizado el Corredor Atlántico de Mercancías desde Mannheim (Alemania) hasta Madrid, un total de 1818 kilómetros, pasando por Irún, donde llegó el 6 de diciembre. Los resultados de este primer viaje serán evaluados para el posible desarrollo de un corredor ferroviario de mercancías estable entre España y China, según explican desde Fomento, tal y como ya ocurre entre el país asiático y Alemania, que ya disponen de al menos cinco trenes semanales.
El tren, compuesto por 60 contenedores estándares, volverá a Yiwu después de las Navidades cargado de vino, jamón y aceite de oliva, entre otros productos típicamente españoles, en lo que el director del departamento de Comercio del Gobierno de la provincia de Xinjiang, Zhang Shuming, no dudó en calificar como «la nueva ruta de la seda».
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