La Organización Internacional del Transporte (IRU), de la que es miembro la CETM, ha realizado un estudio para medir el impacto del COVID-19 en el sector del transporte. La investigación de la IRU revela que la disminución de la facturación de las empresas de transporte de mercancías a nivel mundial será del 18% en 2020, alrededor de 550.000 millones de euros.
El sector se verá más afectado en Oriente Medio y el norte de África, con una bajada del 22%, y en Asia, con una disminución del 21%. En Europa la facturación bajará en torno al 17%, unos 64.000 millones de euros. La organización señala que estos resultados se deben a las restricciones que se han impuesto al transporte y la recesión económica causada por la pandemia.
En este sentido, el secretario general de la IRU, Umberto de Pretto, ha criticado las medidas que han tomado los diferentes gobiernos para ayudar al sector del transporte de mercancías, puesto que en muchas ocasiones han sido paquetes “generalmente vagos”.
Por ello, de Pretto hace un llamamiento para que los diferentes países tomen medidas dirigidas al sector del transporte de mercancías por carretera. “Incluso en el pico de la crisis el transporte se mantuvo flexible, operativo y continuó desempeñando su papel único. Ahora, sin una acción clara del Gobierno, los esfuerzos de recuperación global están en peligro”, advierte.
El sector logístico está entrando en una fase de moderación tras un inicio de año muy dinámico. No se trata de una crisis, pero sí de una desaceleración clara, especialmente visible en el transporte terrestre y el empleo autónomo.
Los equipos de compras del sector manufacturero e industrial enfrentan el desafío de reducir costes sin comprometer la seguridad del suministro, a menudo con recursos limitados. Un nuevo enfoque en las compras puede ayudarles a identificar áreas de gasto que hasta ahora no se habían considerado.
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