La Organización Empresarial de Logística y Transporte, UNO, ha asistido a varias jornadas de trabajo en Bruselas, organizadas por la Comisión Europea, para abordar las próximas políticas y regulaciones del servicio postal. En el encuentro, el presidente de UNO, Francisco Aranda, solicitó medidas que permitan ajustar el sobredimensionado ámbito del servicio postal para que sea acorde a las necesidades reales del mercado, es decir, al descenso del uso del correo tradicional y al incremento del comercio electrónico.
La patronal que representa en España a los operadores postales privados solicita una mayor concreción en la metodología para el cálculo del coste neto del SPU. “Esa es la única manera de avanzar hacia una neutralidad y transparencia en la financiación de estos servicios y evitar prácticas que vulneran la competencia leal”, explicó Francisco Aranda.
Durante las reuniones mantenidas en Bruselas, los expertos de la Comisión Europea presentaron sendos estudios sobre las necesidades de los usuarios postales y sobre los servicios postales internacionales, su remuneración y regulación. En ellos, se confirma el enorme cambio social que ha supuesto la digitalización y el comercio electrónico y su impacto directo en la reducción de los servicios postales tradicionales y su sustitución por los envíos postales de paquetería, la conocida como última milla.
Además, se recopilaron opiniones de los distintos países sobre qué tipo de regulación postal es necesaria, de cara a la revisión del marco regulatorio que se está llevando a cabo. UNO señala que el desarrollo del comercio electrónico ofrece nuevas oportunidades a los consumidores, pero también desafíos regulatorios para el ámbito postal “a los que hay que dar respuesta de forma rápida”. En este contexto, la dimensión internacional del comercio electrónico abre la puerta a una regulación del mercado postal a nivel internacional.
La distribución urbana se enfrenta a retos crecientes en eficiencia, costes y normativas. Desde la falta de infraestructura hasta la logística inversa, pasando por la electrificación o la presión regulatoria, expertos del sector comparten las claves para mejorar el modelo y avanzar hacia una última milla más alineada con las exigencias medioambientales y del consumidor.
La distribución capilar se enfrenta a retos crecientes, desde la escasez de transportistas hasta las complejidades del reparto urbano. Pascual trabaja activamente en atraer nuevo talento al sector, impulsar soluciones de última milla más sostenibles y promover modelos colaborativos y normativas más homogéneas que hagan más eficiente y responsable la logística en entornos urbanos.
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