Logística Profesional Digital.- Para el director general de Acciona Rail Services, Bruno Torresano, mientras Renfe Mercancías siga siendo de titularidad pública el resto de operadores no podrá competir en igualdad de condiciones, ya que «es imposible la coexistencia entre una empresa privada y una pública subvencionada». Torresano aboga por la «desaparición» de las empresas públicas del sistema ferroviario de mercancías en España, ya que cuestiona que una compañía privada quiera «jugar» con Renfe.
Bruno Torresano hizo estas declaraciones ayer, durante la celebración de la jornada «¿El ferrocarril: una alternativa al transporte de mercancías por carretera?», organizada por Aeutransmer en Madrid. Para el director general de Acciona Rail Services la participación del ferrocarril en España hoy día es «insignificante», aunque reclama la intermodalidad y la internacionalidad como factores clave para el desarrollo de las empresas. Torresano, además, anunció que en los próximos meses se dará a conocer un acuerdo entre Acciona Rail Services «con la carretera».
De la misma opinión se mostró el director general de Concisa, Antonio Pérez Millán, para quien mientras Renfe sea pública «no habrá un mercado competitivo, o tardará más en serlo». Para Pérez Millán, «más que alternativas, el ferrocarril y el mar son modos complementarios» a la carretera, y comentó que, en su opinión, el problema del tren en España no es de vías, «es un problema de gestión», ya que «países con menos kilómetros de vías por habitante tienen más cuota de transporte ferroviario».
Del papel de Renfe Mercancías dentro de la estructura del sistema de transporte en España habló también el presidente del Comité de Regulación Ferroviaria, Juan Miguel Sánchez (anterior responsable de la Dirección General de Transporte Terrestre), que pidió para el operador público la misma solución «que se ha hecho con Correos»: explicó que «sería bueno que Renfe derivara en una sociedad» y que dejara de estar «al amparo de Fomento», solución que también reclama para ADIF. Juan Miguel Sánchez hizo un balance positivo de los siete años de mercado ferroviario liberalizado («la mitad en crisis», recordó), aunque criticó que en el Plan de Impulso al Transporte de Mercancías por Ferrocarril se incluyera a Renfe, ya que, en su opinión, «Renfe debería tener su propio plan, recuperar sus señas de identidad» y dejar de tener «el logo del Ministerio de Fomento».
A continuación, el socio director de Teirlog, Alfredo Irisarri, defendió el papel «imprescindible» que tiene que jugar el tren en el transporte de mercancías. Irisarri explicó que, entre 2003 y 2009, y a pesar de todos los planes puestos en marcha, el tren ha perdido casi un 40% de cuota de transporte (en la actualidad, la carretera tiene una cuota de mercado del 96%). Entre las causas de este fracaso, Alfredo Irisarri señaló los costes ineficientes, la falta de inversión, el déficit de explotación ferroviaria, la baja interoperabilidad con Europa, la falta de calidad y fiabilidad del servicio, la falta de colaboración entre operadores de distintos modos o la débil apuesta del sector privado.
En esta dirección apuntó también el consejero delegado de Nefarinter, José Ramón Obeso, para quien «el problema es de costes». Obeso criticó también la división de Renfe en varias compañías y señaló que desde 2003 ha perdido el 50% de las mercancías, lo que la ha situado en niveles de 1994. Para Obeso, la carretera «está encantada» con el servicio marítimo, no así con el ferrocarril, porque lo ve como un competidor directo. En lo que respecta al sector marítimo, Obeso apuntó que sus problemas son «de gestión, no de infraestructuras», y abogó por «mejorar con liberalizaciones los costes brutales de los puertos».
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