Desde la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) apoyan el establecimiento de cooperativas en el ámbito del transporte, pero «siempre que operen en unas condiciones de competencia equilibrada a ls de otras formas societarias».
Astic responde así a las críticas procedentes desde distintos ámbitos sectoriales al Anteproyecto de Ley de reforma de la LOTT, que consideran excesivamente restrictivo respecto a las posibilidades de actuación de las cooperativas en el ámbito del transporte. Astic explica que apoya este tipo de asociaciones «como forma de encauzar la cooperación entre sus socios, los transportistas autónomos o la comercialización de sus servicios», pero «siempre que operen en unas condiciones de competencia equilibradas a las de otras formas societarias».
Sin embargo, desde la asociación señalan que están «absolutamente en contra de la utilización de las cooperativas como instrumento para realizar fraude fiscal y laboral» o que vayan en contra de «la normativa de ordenación del transporte», como lo estaría —aclara— ante «cualquier forma societaria que se utilizara con estos fines con una habitualidad suficiente para distorsionar el mercado de transporte».
Desde Astic recuerdan que «la facturación de los socios de las cooperativas de trabajo asociado (o de cualquier forma exótica de cooperativa que confiera a esta la calidad de transportista) a la cooperativa constituye una fuente de fraude fiscal. Los cooperativistas de este tipo de cooperativas se equiparan a los trabajadores de las mismas: las cooperativas no deben poder deducirse el IVA que estos le facturan». Así, explican «a los socios de las cooperativas de trabajo asociado, o figuras afines, debe aplicárseles la misma normativa social en materia de tiempos de trabajo que a los trabajadores por cuenta ajena, independientemente de que las cotizaciones a la seguridad social puedan ser distintas».
Por último, insiste en que los socios de las cooperativas de transportistas «deben reunir todos los requisitos de acceso a la profesión que se exigen a cualquier empresa de transporte».
Se ha sustituido un almacén de 3 000 m² por una plataforma de 14.000 m² capaz de albergar 22.000 piezas organizadas y listas para envío. El diseño contempla estanterías de gran altura que multiplican el volumen útil, niveles de picking regulables que se adaptan en minutos a cambios en la demanda y líneas cantiléver para los componentes más largos.
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