Durante el ejercicio 2014, el mercado español generó más de 363 millones de movimientos de palés (tanto nuevos como usados), lo que supone un 2% más que en 2013.
Según datos de la Federación Española del Envase de Madera y sus Componentes (Fedemco), a partir de una encuesta a una muestra de más de 300 empresas envasadoras y distribuidoras, un 45% del total de movimientos correspondió a palés de alquiler; el 55% restante, a los demás tipos de palés: de un solo uso, europeo, etc.
En lo que respecta a la fabricación, en 2014 ascendió a más de 43 millones de unidades de palés, lo que supuso un incremento del 2% respecto a 2013, según fuentes del INE.
Entre los sectores económicos que más palés utilizan, destacan el de «comercio al por mayor e intermediarios» y el de «fabricación de otros productos minerales no metálicos» (que incluye la fabricación de productos cerámicos, cemento, yeso, cal, hormigón, vidrio, etc.), mientras que los sectores de «alimentación», «comercio al por mayor» y de «comercio al por menor» son los que más palés de alquiler demandan.
Exceptuando los palés de alquiler, de los más de 199 millones de movimientos de otro tipo de palés, aproximadamente el 63% es palé reutilizado, bien por el propio usuario (49%) o bien a través de un gestor recuperador (14%). Dentro del 46% restante, el 24% corresponde a palé nuevo y el 13% a movimientos de palés importados en operaciones comerciales con el exterior.
Según Fedemco, el pasado año los recuperadores de palés reintrodujeron en el mercado algo más de 28 millones de unidades (un 10% menos que en 2013). El 99% de esta recuperación la realizan fabricantes y gestores especializados en recuperación, clasificación y reparación de palés; el 1% restante, otro tipo de gestores de residuos. Según los primeros, del total de los palés recuperados, el 39% correspondió a palé del tipo europeo; el 17%, a palé originalmente de un solo uso y, finalmente, el 43%, a otro tipo de palé.
La distribución urbana se enfrenta a retos crecientes en eficiencia, costes y normativas. Desde la falta de infraestructura hasta la logística inversa, pasando por la electrificación o la presión regulatoria, expertos del sector comparten las claves para mejorar el modelo y avanzar hacia una última milla más alineada con las exigencias medioambientales y del consumidor.
La distribución capilar se enfrenta a retos crecientes, desde la escasez de transportistas hasta las complejidades del reparto urbano. Pascual trabaja activamente en atraer nuevo talento al sector, impulsar soluciones de última milla más sostenibles y promover modelos colaborativos y normativas más homogéneas que hagan más eficiente y responsable la logística en entornos urbanos.
Comentarios