Renfe realiza el 89% del transporte de viajeros y de mercancías a través de redes electrificadas, por lo que está, por tanto, parcialmente descarbonizado en base al actual mix eléctrico (53% sin emisiones y 33% renovables). Desde 1990 (año base del Protocolo de Kioto), el operador ha reducido su huella de carbono un 56%, hasta situarse en 24,2 gr de CO2 por unidad transportada.
En comparación con 1990, la intensidad energética del sector ferroviario (energía final consumida por unidad transportada) ha decrecido un 33% en todo el mundo. Más de un tercio de la energía utilizada en los ferrocarriles es eléctrica y un cuarto de las líneas están electrificadas a nivel mundial.
En este contexto, desde Renfe apuntan que están coordinando, en colaboración con otras partes, el desarrollo de dos proyectos para estudiar las potenciales ventajas que la tracción con gas natural licuado (GNL) y con pila de combustible de hidrógeno, baterías y supercondensadores pueden aportar como alternativa a los tráficos de tracción diésel para líneas no electrificadas en España.
Según un estudio de Packlink, el 32,7% de los encuestados desea que este avance tecnológico agilice la gestión de devoluciones y un 29,6% quiere que se use para facilitar los pagos seguros y cómodos.
Destaca el descenso en el transporte internacional (-19,3%), los datos son levemente positivos en el transporte nacional de corta distancia (+1,5%), y en transporte nacional de larga distancia (+0,7%)
Comentarios