Yale ha suministrado a la firma Corep tres apiladores, un apilador de pedidos eléctrico, doce traspaletas eléctricas de plataforma y dos carretillas VNApara el almacén central de la compañía gala, ubicado en Burdeos.
En diciembre de 2015, Corep renovó y amplió sus instalaciones de producción: construyó un almacén de 25.000 metros cuadrados equipado con estanterías de hasta 9,8 metros de altura. La fábrica, en su mayor parte automatizada, funciona según el modelo Just-In-Time, «con un nivel de producción potencial de más de 10.000 unidades al día».
Tras la apertura de sus sucursales en la India, Ucrania y Portugal, la unidad logística francesa de Corep recibe alrededor de 400 contenedores al año con cargas de productos terminados que se almacenan, después haber sido paletizados, embalados y descargados manualmente.
En este contexto, la firma apostó por una flota de carretillas Yale. En concreto, tres apiladores de palés (de las series MS10, MS12AC y MS16AC), para el almacenamiento en espacios pequeños; un apilador de pedidos eléctrico (de la serie MO20) para pedidos a nivel bajo; doce traspaletas eléctricas de plataforma (de la serie MP20X) y dos carretillas VNA (de la serie MTC13), adecuadas para trabajar en pasillos muy estrechos.
La elección de carretillas VNA en lugar de carretillas retráctiles se efectuó antes de terminar el nuevo almacén, lo que hizo posible «una libertad de decisión máxima a la hora de determinar la colocación de los pasillos de almacenamiento», aseguran desde la firma.
En la elección de Yale por parte de Corep fue «determinante», según apuntan desde la firma, el papel de Fabre Manutention, firma perteneciente a Convenant Group que gestiona de forma exclusiva la marca Yale para el suroeste de Francia.
El sector logístico está entrando en una fase de moderación tras un inicio de año muy dinámico. No se trata de una crisis, pero sí de una desaceleración clara, especialmente visible en el transporte terrestre y el empleo autónomo.
Los equipos de compras del sector manufacturero e industrial enfrentan el desafío de reducir costes sin comprometer la seguridad del suministro, a menudo con recursos limitados. Un nuevo enfoque en las compras puede ayudarles a identificar áreas de gasto que hasta ahora no se habían considerado.
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