El pasado viernes 7 de septiembre, la Comisión Europea emitió un comunicado en el que advertía a los Estados miembros de «que deben hacer más esfuerzos para garantizar la puesta en marcha del Servicio Europeo de Telepeaje (SET)». Según lo acordado, el sistema debía estar disponible para los camiones a partir del 8 de octubre, pero esta fecha no será respetada.
El Ejecutivo comunitario lamenta «la falta de cooperación entre las partes interesadas» y la falta de implantación de «los marcos legislativos necesarios en la mayor parte de los Estados miembros», lo que impide que «las empresas dispuestas a ofrecer el servicio no pueden registrarse ni presentar quejas a los órganos de gestión de las autopistas de peaje». Recuerda que «abrirá un proceso de infracción en el caso de que el marco legislativo y reglamentario nacional no esté establecido el 8 de octubre».
Asimismo, la Comisión critica «el retraso en las inversiones que hacen falta para actualizar los equipamientos de telepeaje que existen y hacerlos conformes a la normativa europea, así como la falta de mecanismos viables para financiar las pruebas previas a la puesta en marcha del servicio». Desde Bruselas se insta a los Estados miembros a que desplieguen el SET a escala regional en sus territorios «como primer paso hacia una interoperabilidad europea» y recuerda que puede dar apoyo financiero y técnico para facilitar la ejecución de estos proyectos.
La Comisión admite también que ha habido algunos progresos, aunque critica que la fecha de implantación del servicio para los vehículos pesados no va a ser respetada.
El servicio tiene por objetivo facilitar el pago de peajes en toda la Unión Europea a través un solo dispositivo de a bordo y de un solo contrato de servicios. Según lo programado, los camioneros serían los primeros en adoptar esta iniciativa, que después se ampliará al resto de conductores.
Según previsiones de la Comisión, el sistema reducirá el flujo de efectivo en los puestos de peaje y suprimirá procedimientos pesados para los usuarios transfronterizos, lo que contribuirá a mejorar el tráfico. Asimismo, la interoperabilidad del sistema a escala europea permitirá disminuir el coste de los futuros equipamientos de peaje.
Se ha sustituido un almacén de 3 000 m² por una plataforma de 14.000 m² capaz de albergar 22.000 piezas organizadas y listas para envío. El diseño contempla estanterías de gran altura que multiplican el volumen útil, niveles de picking regulables que se adaptan en minutos a cambios en la demanda y líneas cantiléver para los componentes más largos.
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