El Puerto de Valencia ha anunciado una inversión de 50 millones de euros para la mejora de la línea ferroviaria Zaragoza–Teruel–Sagunto. Para el presidente de Aragón, Javier Lambán, este anuncio supone «un espaldarazo para Aragón Plataforma Logística», según aseguró en una reunión mantenida este martes con su homólogo valenciano, Ximo Puig.
La inversión se realizará a través del Fondo Financiero de Accesibilidad Terrestre Portuaria, que permite a las autoridades portuarias realizar inversiones para la mejora de su conectividad terrestre. Esta partida se incluirá en el Plan de Inversiones de la Autoridad Portuaria de Valencia.
Estos 50 millones se suman a las cantidades ya aprobadas y destinadas a la mejora de los apartaderos para las mercancías (13 millones, recientemente), así como a las inversiones destinadas al acceso ferroviario al Puerto de Sagunto y Parc Sagunt (31 millones, de los que 11 han sido a través de fondos FEDER y 3 para Parc Sagunt), todas ellas a cargo de la Autoridad Portuaria de Valencia.
Ambos presidentes han informado de que solicitarán una reunión conjunta con el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, para que se facilite la implicación de Adif y se completen las inversiones necesarias. Además, Lambán ha anunciado también que Teruel acogerá una cumbre para impulsar el corredor cantábrico-mediterráneo, a la que invitarán a las comunidades afectadas, y ha asegurado que actuaciones como la anunciada son el «relato de una España federal en red y no radial como hasta ahora».
Inversión insuficiente
Para el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, la inversión, aunque es importante, no es «definitiva», ya que el estudio realizado hace años para hacer practicable esta vía requiere una inversión total de 350 millones de euros, de los que 160 corresponden a electrificación.
Con las inversiones realizadas, más los 50 millones anunciados para el próximo año, quedarían aún 100 millones de euros pendientes para mejorar esta conexión que, según Martínez, «está peor ahora que en los años treinta», y que busca actuar en quince puntos críticos y evitar que los trenes «se queden parados o que en algunos tramos circulen a 20 km/h».
La compañía ha invertido más de mil millones de dólares en investigación, desarrollo y creación de nueva capacidad para su tecnología Solstice, que actualmente tiene aplicaciones en refrigerantes, agentes espumantes, aerosoles y disolventes, y también se está evaluando para ampliar su uso en inhaladores dosificadores.
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