Actualmente, a corto plazo, los fabricantes se centran en gestionar las etapas finales del ciclo de inventario y mantener los niveles actuales de rentabilidad. A largo plazo, las prioridades estratégicas clave que están surgiendo incluyen la diversificación regional y las estrategias de productos específicos.
El bin-picking es el proceso en el que un sistema robótico, guiado por visión artificial, identifica, selecciona y recoge objetos dispuestos aleatoriamente de un contenedor. Esto incluye la clasificación y la manipulación en logística, así como la recogida y colocación de artículos con formas irregulares en sistemas de manipulación de maquinaria o de paletizado/despaletizado.
El aumento de la incertidumbre económica, la mayor desde el pico de la pandemia, provocará una inmediata desaceleración de las inversiones de capital, ya que los proveedores retrasarán los proyectos de automatización. Otras cinco consecuencias más, se uniran a esta, debido a la nueva política monetaria estadounidense.
El crecimiento de los robots móviles se ve limitado por el panorama político-económico mundial. A pesar de ello, se prevé sigan creciendo entre un 20 y un 30% anual.
El sector de carretillas elevadoras enfrenta un estancamiento en 2024, impulsado por la crisis macroeconómica y las altas tasas de interés. A pesar de ello, el futuro ofrece oportunidades, con una transición hacia modelos con baterías de iones de litio que dominarán en 2034.
Los tipos de interés están teniendo un impacto significativo en las decisiones de inversión de los proveedores para la automatización de almacenes.
Se espera que el mercado de picking robótico crezca hasta los 6.800 millones de dólares en 2030, frente a los 236 millones de 2022.