La ubicación de las instalaciones logísticas en España está sujeta a las variaciones del mercado laboral, lo que supone distintas posibilidades y retos para las empresas del sector.
En este aspecto, JLL establece en su informe anual sobre el mercado logístico en España tres puntos destacados para llevar a cabo la elección del emplazamiento: los convenios colectivos provinciales, la mano de obra cualificada y las ayudas para su implantación.
Las condiciones laborales de los trabajadores del sector se establecen en los convenios colectivos provinciales, que pueden suponer una variación sustancial en los costes para las compañías. En la zona centro, estos costes son un 20% inferiores en Toledo con respecto a Madrid y Guadalajara; en el mercado catalán, Barcelona incrementa los costes un 15% sobre Tarragona. Además de estos costes, también resultan determinantes aspectos como la flexibilidad laboral o lo establecido en trabajo nocturno y fines de semana.
Estas diferencias en los convenios colectivos provinciales son fundamentales para operaciones de gran envergadura, donde se gestionan plantillas numerosas y se prioriza la reducción de costes laborales.
La disponibilidad de mano de obra cualificada es también un factor clave que varía entre las distintas regiones. En este aspecto, Toledo sufre grandes dificultades para atraer talento logístico pese a tener una tasa de paro del 13%. Sin embargo, Madrid y Guadalajara, con un 9% de paro, tienen una cultura logística establecida, lo que facilita la contratación de talento con experiencia y formación adecuada.
Esta diferencia afecta en especial a las decisiones de ubicación de operaciones medianas y pequeñas.
Existen ayudas significativas para nuevas implantaciones, que cubren hasta el 30% de la inversión en Guadalajara y Toledo, mientras que en Madrid son inferiores o nulas. Sin embargo, la complejidad burocrática y la incertidumbre sobre los plazos disuaden a muchas empresas.
Comentarios