El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha aceptado aplicar la excepcionalidad en los tiempos de conducción y descanso de los transportistas para garantizar el buen funcionamiento de la cadena de suministro y reducir el impacto de las protestas de los agricultores españoles en las carreteras.
Las excepciones temporales del cumplimiento de las normas de tiempos de conducción y descanso aprobadas por el Ministerio se aplicarán a aquellos conductores que se vean afectados por los cortes y retenciones en las carreteras, siempre y cuando no se ponga en peligro la seguridad en las mismas, y estarán vigentes hasta el próximo 26 de febrero.
Durante este periodo, el límite de conducción diaria pasa de un máximo de 9 horas a 10 horas, el límite de conducción semanal sube de un máximo de 56 horas a 60 horas. En cuanto al descanso mínimo, este pasa de 11 horas a 9 horas. Por último, se establece la posibilidad de posponer el inicio del período de descanso semanal más allá de seis períodos de 24 horas.
Francisco Aranda, presidente de UNO, ha señalado: “Se trata de una magnífica noticia, que permite que aquellos transportistas que se vean obligados a interrumpir su actividad con motivo de las protestas puedan asegurar que las mercancías lleguen a destino, evitando posibles desabastecimientos a la población”.
“Valoramos que el Ministerio haya aceptado nuestra petición, y solicitamos que siga estableciendo medidas de contingencia que ayuden a los transportistas durante el tiempo en que se prolonguen las movilizaciones agrarias, así como frente a posibles eventualidades que pongan en peligro esta actividad esencial”, ha subrayado Aranda.
Entre las principales causas que motivan el auge se encuentran la necesaria transformación hacia la sostenibilidad del packaging, la automatización y digitalización de la industria, la recuperación económica pospandémica de los diferentes sectores productivos, y el imparable crecimiento del comercio electrónico que lleva asociado nuevas necesidades de packaging y logística.
Aprovechando los datos de su propia flota, los clientes pueden evaluar si están preparados para la electrificación, calcular el coste total de propiedad (TCO) de la electrificación, el coste operativo y el ahorro de CO2.
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