“Las carretillas eléctricas cuentan con motores de tecnología de corriente trifásica, a diferencia de las carretillas de combustión interna que tienen motores diésel o de gas propulsor (GLP). Y, aunque el coste de adquisición de las carretillas eléctricas sea superior al de las carretillas térmicas, los sistemas de energía eléctricos supondrán, a lo largo de toda su vida útil, un gran ahorro”, asegura Pablo Dieguez, técnico comercial en Jungheinrich.
Las carretillas eléctricas ofrecen múltiples y diversas ventajas, entre las que desde Jungheinrich destacan:
Los servicios incluirán almacenamiento, gestión integral de transporte, entrega de última milla, procesos de copacking y kitting, manipulados especiales, y cualquier otro servicio logístico que sea requerido por el cliente, desde las instalaciones de la compañía ubicadas en Illescas (Toledo).
Tiene un fuerte componente tecnológico gracias a la contribución de Donetec, dispone de una amplia red internacional de atención al cliente y de un gran abanico de soluciones para el sector del envase y embalaje a través de Naeco e integra completamente la capacidad de gestión de residuos y producción de materias primas de plástico que hasta la fecha operaba bajo la marca Polynext.
Comentarios