AMDPress.- En España existen 245 flotas de transporte privado complementario integradas por más de 25 vehículos pesados, que en su conjunto representan 15.170 vehículos de esta clase, según indica un estudio encargado por el Ministerio de Fomento. Este dato supone, según Fomento, la evidencia de que el mercado interior de transporte de mercancías potencialmente explotable por el sector empresarial de transporte profesional no se encuentra agotado, puesto que subsiste un importante nicho de actividad que no está siendo atendido, a pesar de que la rentabilidad parece bastante probable.
La encuesta realizada al efecto señala que la actividad principal de esas empresas es la construcción en un 48,46% de los casos, la recogida y tratamiento de residuos en otro 21,54%, la alimentación en otro 20,77%, mientras que el resto se corresponde con actividades diversas. Un 18,46% de los titulares de esas grandes flotas de vehículos pesados dedicados al transporte privado complementario afirma, según el estudio, tener cubiertas todas sus necesidades de transporte con su propia flota, mientras que un 33,85% señala que ocasionalmente necesita contratar algún transportista profesional, y un 47,69% declara contratar habitualmente a transportistas profesionales para cubrir una parte de sus necesidades de transporte que no puede atender con su flota propia.
Según Fomento, descartando aquellas empresas que por la índole de su actividad (construcción y recogida y tratamiento de residuos) parecen requerir unos vehículos de características muy especiales y que, en consecuencia, pueden resultar difíciles de encontrar en el sector de transporte profesional, aproximadamente el 40% de los actuales titulares de grandes flotas de vehículos pesados de transporte privado complementario afirma que si hoy comenzara de nuevo su actividad no crearía un departamento interno de transportes con vehículos propios.
Cuestionados sobre el porqué de mantener estos departamentos de transporte, el 30,23% aseguran encontrarse en una situación transitoria en la que, o bien ya están externalizando su transporte de forma progresiva, o bien ya se han planteado esa actuación para el futuro aunque todavía no hayan comenzado a ponerla en práctica. En el 44,18% de los casos señalan como una de las principales causas por las que no se han planteado la externalización del transporte los costes y dificultades que supone la recolocación de su actual estructura destinada al transporte.
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