El fabricante de bicicletas y suministro de repuestos en Holanda y Bélgica Kruitbosch ha reducido de cuatro a dos el número de pasos en la recogida y en la preparación de pedidos, y ahora puede gestionar más de cinco veces el mismo número de manera simultánea.
Ante la presión en los proveedores para conseguir un servicio al cliente rápido y preciso y mejorar el nivel de sus servicios, Kruitbosch optó por las soluciones de voz Vocollect de Honeywell para sus procesos de almacenaje. «Un pedido realizado hoy significa un envío mañana», aseguran desde la compañía.
El copropietario y gerente de Piezas y Accesorios de la firma, Martin Kruitbosch, ha explicado que «ofrecemos entrega al día siguiente a todos los clientes que hacen el pedido antes de las 17:00, lo que nos deja un tiempo mínimo para procesar los pedidos. Necesitábamos una solución logística flexible para permitirnos cumplir con el nivel de servicio prometido, y la hemos encontrado en las soluciones de voz Vocollect de Honeywell».
El sistema se implementó en febrero de 2013. La productividad de los empleados creció inmediatamente un 30%, y su tasa de error se ha reducido a la mitad. Antes de la introducción de estas soluciones, los empleados tenían que coger, comprobar, empaquetar y preparar los pedidos para su envío. Ahora, la necesidad de comprobación ha sido eliminada gracias al descenso en la tasa de error por debajo del 0,05% que permite el sistema, y se ha conseguido unir el empaquetado y el envío en un único proceso, reduciendo estos de cuatro a dos. También permiten a los trabajadores recoger hasta dieciséis pedidos simultáneos, lo que representa un incremento de más de cinco veces en relación al anterior sistema, cuando solo podían recoger un máximo de tres al mismo tiempo.
Los trabajadores respondieron muy positivamente a la introducción de la voz
«La introducción de un sistema tan novedoso es siempre un cambio significativo para cualquier negocio y, en ocasiones, puede causar consternación en los empleados afectados. Queríamos asegurarnos de que estaban cómodos con el nuevo sistema, así que los implicamos en una fase temprana, creando pequeños grupos de trabajo que decidieron, por ejemplo, qué comandos de voz usar. De esta manera respondieron muy positivamente a la introducción de la voz», explica Martin Kruitbosch.
Esther Mijnheer, trabajadora de almacén cuenta que «cuando nos dijeron que íbamos a trabajar con voz, estaba inquieta ante la posibilidad de que no fuese capaz de manejar el equipo. Pero ahora no volvería al viejo sistema de ninguna manera. Con voz puedo trabajar mucho más rápido, y estoy mucho menos cansada al final del día».
Por su parte, Arjen Rouw, jefe de equipo de almacén, comenta: «Cuando escuché que íbamos a usar voz estaba preocupado de que mi trabajo se volviese mucho menos interesante. Pero este no ha sido el caso, y todavía tengo que usar el cerebro».
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