Este viernes ha entrado en vigor la Resolución de la Dirección General de la Marina Mercante relativa a la verificación de la masa bruta de los contenedores que vayan dirigidos a la exportación. Dicha Resolución exige la acreditación ENAC.
«La balanza, la báscula puente, el equipo de izada u otros dispositivos utilizados para verificar la masa bruta del contenedor [...] deberá estar calibrado por un laboratorio acreditado por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC)», puede leerse en dicha resolución.
La modificación del Convenio SOLAS, realizado por la Organización Marítima Internacional (OMI), exige que un contenedor tenga verificado el peso bruto como condición para cargarlo en un buque para exportación. Desde ENAC apuntan que ya ha informado a los laboratorios de calibración sobre la entrada en vigor de la Resolución «por si quieren adaptar sus alcances de acreditación a los diferentes tipos de instrumentos que se pueden encontrar en relación con esta nueva exigencia para dar servicio al mercado».
Exportación
A través de un sistema de acuerdos internacionales, los resultados emitidos por un laboratorio bajo la acreditación de ENAC tienen reconocimiento en más de 70 países. Este reconocimiento mutuo permite que los resultados sean más fácilmente aceptados en mercados exteriores, ayuda a reducir costes y elimina la necesidad de volver a realizar pruebas en otro país.
Además, los laboratorios acreditados por ENAC disfrutan del reconocimiento de los ensayos por las autoridades españolas y europeas. El Reglamento CE nº765/2008, que regula la acreditación en Europa, establece en su artículo 11 el principio de presunción de conformidad en virtud del cual las autoridades nacionales reconocerán la equivalencia de los servicios prestados por los Organismos Nacionales de Acreditación de cada Estado Miembro y aceptarán de ese modo los certificados/informes emitidos por los organismos de evaluación de la conformidad bajo sus acreditaciones.
Los servicios incluirán almacenamiento, gestión integral de transporte, entrega de última milla, procesos de copacking y kitting, manipulados especiales, y cualquier otro servicio logístico que sea requerido por el cliente, desde las instalaciones de la compañía ubicadas en Illescas (Toledo).
Tiene un fuerte componente tecnológico gracias a la contribución de Donetec, dispone de una amplia red internacional de atención al cliente y de un gran abanico de soluciones para el sector del envase y embalaje a través de Naeco e integra completamente la capacidad de gestión de residuos y producción de materias primas de plástico que hasta la fecha operaba bajo la marca Polynext.
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