Yale Europe Materials Handling ha anunciado el lanzamiento de la nueva serie de apiladores de conductor acompañante MS10-16, que sustituye a la actual serie MS e introduce varias novedades, como un nuevo diseño de los controles y una capacidad de carga y elevación de hasta 1600 kg.
Desde la compañía aseguran que la nueva seria es «ideal» para aquellos negocios que se encuentran en pequeñas instalaciones con un espacio limitado para maniobrar, como salas de almacenamiento de supermercados, almacenes de pequeña escala y almacenes en frío en los que se trabaja a -30 ºC, así como en operaciones de fabricación industrial, operaciones minoristas (tales como almacenes de bricolaje) y operaciones de montaje.
El modelo cuenta con controles de dirección y manejo de nuevo diseño para mover y posicionar el equipo «con mayor facilidad», con una capacidad de carga y de elevación hasta 1,6 toneladas y, tal y como apuntan desde Yale, con una «máxima visibilidad a través del mástil» que permite que el operario pueda ver claramente la carga y las horquillas al recoger y depositar las cargas. Asimismo, la nueva serie tiene elevación proporcional y controles separados para la elevación de mayor precisión «que permiten posicionar las horquillas de manera precisa».
«Creemos que estas capacidades, junto con una velocidad de desplazamiento máxima de 6km/h, garantizan el que este modelo sea apreciado por su rendimiento, su excelente control y productividad en conjunto», explica el director de Yale para productos de almacén, Ron Farr.
Asimismo, fuentes de la firma resaltan que «la completa gama» de opciones de los apiladores, lo que posibilita que puedan adaptarse «de manera muy específica» a la aplicación de cada cliente. Estas opciones incluyen extracción lateral de la batería, diferentes longitudes y anchuras de las horquillas, arranque mediante teclado numérico, rejilla de apoyo de carga integrada u opción de garantía extendida.
«La serie MS 10-16 de Yale está ideada para efectuar fácilmente las intervenciones del servicio técnico. Su diseño duradero y su bajo consumo de energía permiten mantener bajo control los costes de explotación corrientes», concluye Farr.
Aprovechando los datos de su propia flota, los clientes pueden evaluar si están preparados para la electrificación, calcular el coste total de propiedad (TCO) de la electrificación, el coste operativo y el ahorro de CO2.
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