AMDPress.- El almacén de distribución de Zebra Technologies en Preston (Reino Unido), centro neurálgico de todos los productos de identificación automática que la compañía vende en Europa, Oriente Medio y África, ha sustituido sus impresoras S600 Stripe por modelos QL420 portátiles e inalámbricos. La finalidad de este cambio ha sido aumentar la eficiencia del almacén y agilizar su gestión. Con la QL420 los trabajadores que reciben los envíos pueden escanear y etiquetar los artículos que llegan tanto con etiquetado incorrecto como en cajas con diferentes tipos de productos, según las necesidades de cada uno, evitando las confusiones y los paseos hacia la impresora central.
Los operarios ahora tienen su propia impresora portátil sujeta al cinturón o colgada del hombro. Según señala Clive Fearn, jefe de Logística de la compañía, “no se trata simplemente de escanear una etiqueta y duplicarla con una impresora, ya que esto se podría hacer dotando a los trabajadores con una impresora portátil de códigos de barras. Lo que necesitamos es verificar la mercancía entrante con el sistema de inventario de nuestra solución ERP y después generar etiquetas específicas para el almacenaje”.
Con esto, el proceso se ha simplificado y, además, como las impresoras portátiles QL420 utilizan el mismo lenguaje de programación que el resto de modelos de Zebra, incluidas las Stripe S600 a las que han reemplazado, no fue necesario reprogramar las órdenes de impresión que envía el sistema ERP Baan, lo que ha supuesto, según fuentes de la empresa cierto ahorro en costes y tiempo.
Algunas de las ventajas que Zebra señala de la implantación de este nuevo modelo de impresora para el centro de distribución de Preston son la mejora de procesos, ya que asegura haber conseguido una precisión cercana al 100% en el etiquetado de las mercancías entrantes, y el ahorro de tiempo, concretamente, de 30 minutos por persona y día en la recepción de pedidos. Además, la multinacional destaca la flexibilidad del sistema a la hora de responder ante puntuales fallos del sistema.
Fearn concluye apuntando que “con el tiempo que se ahorra no teniendo que desplazarse a por las etiquetas, la inversión se amortiza en sólo doce meses. Si se amplía el uso de estas impresoras a otras aplicaciones como, por ejemplo, la recogida de mercancías, la inversión sería aún más rentable”.
La promotora iniciará la construcción de la terminal ferroviaria en el último trimestre del año. Una infraestructura de 17 hectáreas que dispondrá de cinco vías para recepción y expedición de mercancías y cuatro vías para carga y descarga de 750 metros de longitud, cada una de ellas operada con dos puentes grúa.
Comentarios