Ante la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), la Autoridad Portuaria de Santander (APS) agilizó los trámites para recuperar su Punto de Inspección Fronterizo, una instalación de control de mercancías en la que se realizan los controles veterinarios de los productos de origen animal procedentes de terceros países y destinados al consumo humano.
El Real Decreto 1977/1999, de 23 de diciembre establece que las partidas de productos de origen animal procedentes de países terceros podrán introducirse en el territorio español exclusivamente a través de un Puesto de Inspección Fronterizo autorizado (PIF).
Este PIF había sido suspendido temporalmente en 2013 por la Comisión de la Unión Europea para la inspección de animales vivos, productos de consumo animal y productos de origen animal tanto de consumo humano como de no consumo humano, en base a un análisis realizado por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas sobre la falta de actividad de las instalaciones de control sanitario de mercancías en frontera.
El Puerto de Santander, con la mirada puesta en algunos de sus tráficos más representativos como el servicio de transporte de mercancía que desde hace cuarenta años realiza la compañía naviera Brittany Ferries entre este puerto y los puertos de Portsmouth y Plymouth, y que después del Brexit estaría sujeta a los controles veterinarios, consideró necesario solicitar el levantamiento de la suspensión temporal del PIF.
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