España y el resto de países de la Unión Europea han suscrito el primer «Acuerdo internacional para la reducción de emisiones de CO2 en la aviación» que, promovido por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), empezará a implantarse en 2021 y se extenderá, inicialmente, hasta 2035.
En términos generales, el acuerdo supone la limitación del crecimiento de emisiones del conjunto de la aviación mundial a partir de 2020, de manera que, desde entonces, aquellas compañías aéreas que superen las emisiones asignadas deberán adquirir derechos de emisión equivalentes de otra compañía o establecer determinadas iniciativas compensatorias.
Desde el Ministerio de Fomento aseguran que su papel ha sido «clave para la consecución final» del acuerdo, «tanto en su preparación como en la negociación final», a través de la Dirección General de Aviación Civil y de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Así, varios de los encuentros y conferencias celebrados en esta materia durante este año y el ejercicio pasado tuvieron lugar en nuestro país por iniciativa de Fomento.
España ha firmado un acuerdo con algunos países de Latinoamérica orientado a fomentar la cooperación en la identificación y la certificación de proyectos de eficiencia medioambiental, así como en la construcción del sistema de verificación y registro de emisiones. Además, España seguirá contribuyendo en OACI al desarrollo de las metodologías de validación y de certificación para que los proyectos de reducción de emisiones de CO2 aplicables a la aviación sean seguros y fiables.
Desde Fomento resaltan que la importancia del acuerdo radica en que se han adherido voluntariamente los países con una mayor contribución al transporte aéreo mundial, como Estados Unidos, China, Australia o Japón, además de la Unión Europea.
El acuerdo ha sido capaz de acomodar las sensibilidades de los países en vías de desarrollo, que han defendido un tratamiento diferenciado para no perjudicar su crecimiento económico en las próximas décadas.
Igualmente, fuentes de Fomento aseguran que las compañías aéreas también han celebrado el acuerdo, ya que «garantiza la sostenibilidad medioambiental, evita distorsiones de mercado y garantiza la seguridad jurídica».
La colaboración en este tipo de eventos resalta la importancia de la solidaridad y la responsabilidad social corporativa en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
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