Para el director general de Confectionary Holding, Andrés Cortijos, la clave de la cadena de suministro del futuro estará en «cómo conectar los procesos con las personas para tener mejores soluciones». Cortijos fue uno de los ponentes en la tercera edición del E-Logistics Networking, organizado por Transporeon este jueves en Madrid.
El objetivo de la jornada fue analizar la logística 4.0, la logística inteligente (smart logistics) y el Big Data. En este sentido, para Andrés Cortijos la cadena de suministro del futuro será la que pueda integrar la conectividad y la digitalización de los procesos; es decir, a las personas, a los datos y a los objetos. La parte «intangible» del proceso (lo digital) tendrá muchas más importancia que la física, lo que generará «nuevas formas de comportamiento», resaltó el director general de Confectionary Holding.
Otro cambio fundamental en la logística del futuro (una tendencia que ya ha comenzado) es que el cliente no estará solo en los eslabones finales del proceso, sino que estará «mezclado» en el proceso, «incluso en fases muy iniciales».
Asimismo, en la cadena de suministro del futuro aparecerán nuevos eslabones que requerirán de nuevos perfiles, como todos los relacionados con la seguridad en las redes o profesionales que sepan manejar una cantidad ingente de datos y estén habituados a trabajos con «mediadores tecnológicos».
La logística, apuntó Andrés Cortijos, está dando pasos agigantados hacia la robotización, la fabricación aditiva y la fabricación en 3D (para confeccionar prototipos, por ejemplo) o la automatización (no solo de los procesos mecánicos, también de los inventarios, por ejemplo). «No tendremos nada si no somos capaces de comprender toda esa cantidad de datos», subrayó Andrés Cortijos.
Modelos dinámicos
Uno de los grandes problemas para este desarrollo, en opinión del director general de Confectionary Holding, es «la gran resistencia al cambio de las personas», que, en ocasiones, son refractarias a las innovaciones o hacer las cosas de un modo distinto al tradicional.
Cortijos quiso resaltar el gran valor de la adaptabilidad, ya que, desde su punto de vista, «es imposible usar la misma cadena de suministro para todos los procesos o para todos los clientes». Es decir, hay que construir «un modelo de alineamiento dinámico», no diseñar niveles de inventario genéricos, sino asociados a segmentos específicos de clientes, con lo que cada segmento requerirá una cadena de suministro distinta, igual que un reparto distinto, costes, inversión o perfiles diferenciados. Para Andrés Cortijos, «esto es un cambio total de paradigma».
Adaptación
La jornada se abrió con la presentación a cargo del director de desarrollo de negocio para España y Portugal de Transporeon, Alfredo Noya, quien resaltó también la capacidad de adaptación de la compañía como una de sus características intrínsecas, pero «sin olvidar la seguridad», «un punto clave de nuestro sistema».
Noya explicó lo que Transporeon puede aportar a la logística del futuro: soluciones en la nube («algo que el mercado demanda») y que hagan más eficiente el trabajo; adaptación de la información a cada persona; integración de todos los actores del proceso, tanto internos (los dela propia compañía) como externos y ofrecer un acceso inmediato a la información.
Para Noya, la logística 4.0 es una puerta abierta a nuevos modelos de negocio, ya que ha pasado de ser un soporte para el departamento de compras a formar parte integral de los procesos de la compañía, interactuando con todos los demás departamentos.
Podrá leer el informe completo en el número 220 de Logística Profesional.
La colaboración en este tipo de eventos resalta la importancia de la solidaridad y la responsabilidad social corporativa en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
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